Borrar
Las diez noticias imprescindibles de Burgos este lunes 20 de enero
Montaje de varios periódicos de la época que informaron del suceso. BC
Los cinco muertos y dos asesinatos múltiples de Villamayor de Treviño
Burgos misteriosa

Los cinco muertos y dos asesinatos múltiples de Villamayor de Treviño

Dos horrendos sucesos sacudieron Villamayor de Treviño entre 1955 y 1957. A las horribles muertes provocadas por Elicio Rojo que asesinó a sangre fría a tres vecinos se une el que se produjo dos años antes cuando un padre y una hija aparecieron muertos a manos del hijo y hermano de las víctimas. En ambos casos, los criminales no resistieron la culpa y se suicidaron. En el caso de Elicio, la Peña Amaya fue testigo de su muerte. La película de Paco Lucio 'Teo el Pelirrojo' inmortalizó su figura

Viernes, 17 de febrero 2023, 07:50

El sádico asesino de Villamayor de Treviño, Elicio Rojo quiso ser bandolero y tenía intención de unirse a la banda de forajidos comandada por 'El Juanín'. Sin embargo, la Guardia Civil había descabezado el grupo armado matando al cabecilla unos días antes y esa posibilidad se esfumaba por momentos. Pero el criminal tenía un as en la manga.

Se le había puesto en contra la primera opción; pero tenía otra: unirse al 'Bedoya', correligionario de 'El Juanín'. Incluso se le había visto por el pueblo de Congosto buscando al bandolero.

Elicio Rojo Serna, de 37 años, tenía muy claro, como informaba la Benemérita, que su propósito era muy claro. Matar a sus cinco víctimas, aunque sólo pudo consumar su intención con tres de ellas y echarse al monte con los forajidos. Pero ¿quién era Elicio Rojo? ¿Qué pudo pasar por su cabeza para acabar con impunidad con la vida de tres vecinos y malherir a otros dos?

En las últimas semanas, BURGOSconecta ha dedicado un importante espacio al triple crimen de la familia Barrio, ocurrido en Burgos hace 18 años y otro al asesino de San Millán de Lara. Dos horribles escenas, dibujadas entre dudas sobre el autor o autores y la incertidumbre de una pronta resolución, que conmovió a toda España en junio de 2005, el primero; y bajo la impunidad y el odio de 'El Francés', el otro.

Antes de estos conmovedores sucesos, la provincia había vivido asesinatos múltiples tan impactantes como el de Muga y el cometido por Elicio Rojo en Villamayor de Treviño. Y dos años antes, el mismo pueblo otras dos muertes trágicas.

El diario Pueblo diseccionó los crímenes con detalle e incluso mostró fotografías de los padres de Elicio y de los supervivientes de la matanza. Elicio era un hombre grande, fornido, de gran fuerza física y con gran resistencia al alcohol. Tenía fama de pendenciero.

Relata Pueblo un diálogo entre dos vecinos y el propio Elicio, antes de que cometiese los crímenes: «Eutiquio Alonso y José Pérez quisieron detenerle». Elicio les amenazó con su escopeta, pero ellos no eran los elegidos para morir y los conminó a encerrarse en sus casas. Al llegar a las eras del pueblo, un obrero le preguntó: «¿Dónde vas Elicio?». Y éste, con sangre fría le espetó: «Retírate que esto no va contigo. He matado a cuatro hombres y ahora voy a por el otro».

Reatro de Elicio Rojo. BC

En el pueblo, los días siguientes, se intentó explicar que Elicio estaba enemistado con sus víctimas y que obró presa de la envidia. La razón de esa inclinación estaba derivada de que fue el único cazador del pueblo al que la Guardia Civil le había negado el permiso de armas para la caza.

Tras matar a sus víctimas le propuso a su compañero de aventuras, 'El Hazañas', huir por montes cántabros colindantes a Burgos por la Peña Amaya y tratar de salir de España, después, por Port Bou. Elicio Rojo planificó las vías de escape y se las contó a su compinche; antes de eso ya le confesó su intención de matar a sus víctimas aunque 'El Hazañas' no le dio crédito.

Francisco Amo, 'El Hazañas', fue detenido unos días después de las muertes, puesto a disposición de la autoridad judicial del partido judical y estuvo retenido en Villadiego para que confesara las intenciones de Elicio, que era amigo suyo. Y lo hizo. Sin embargo, una vez que Elicio Rojo cometió sus crímenes, se dio cuenta de que el asesino no se había tirado un farol y que asesinó a sus víctimas convencido de lo que hacía. En ese momento, 'El Hazañas', atemorizado, decidió esconderse y no quiso saber más de quien consideraba amigo.

Como relata el diario Pueblo, en su huida, Elicio dejó un viejo mapa donde estaba dibujada la línea que une Balmaseda en Vizcaya, con Irún, pasando por Bilbao, donde el criminal parece que tenía familiares y pensaba pedirles ayuda. Pocos días después, 'El Hazañas' confesó que pensaba huir con Elicio, siguiendo el mapa y que todo estaba previsto. Le dijo: «Después de que yo mate al primero, tú recogerás la escopeta e irás a casa a coger provisiones» le ordenó Elicio, preparando la huida.

Y «¿donde nos encontraremos?, le respondió 'El Hazañas: «En la cabaña cercana del pueblo: te esperaré una hora hay tiempo. Los del pueblo no te seguirán. Da tres silbidos y…, listos». Pero 'El Hazañas', acobardo y no siguió el plan previsto, quedándose en el pueblo, donde fue detenido el miércoles siguiente.

El día del suceso Elicio Rojo había estado de caza con otro vecino de Padilla de Arriba. Tras la mañana de campo, pasó por su bodega en Villamayor de Treviño. A media tarde, sobre las 18.30 horas, y pertrechado con una escopeta y un cuchillo en su chaqueta de pana nueva, se presentó delante de Gregorio Villaescusa, su vecino de bodega, y le descerrajó dos tiros a bocajarro. Dos horas después fallecía en su propia casa.

A pocos metros se encontró con otro convecino; era José Marín Bayona, de 54 años, que estaba limpiando la era de su propiedad. Dos tiros por la espalada le dejaron malherido. Y sin mediar palabra, posteriormente, se acercó a Anselmo Bustamante, de 68 años, que también recibió otros dos disparos del arma de Elicio Rojo y que le causaron graves heridas. Tanto José Marín como Anselmo Bustamante sobrevivieron a la agresión.

No muy lejos se encontró con Domingo Chomón, el veterinario del pueblo, de 34 años de edad, que estaba a la puerta de su casa. Otros dos disparos, uno de ellos en la cabeza, acabaron con su vida. La quinta víctima, que también murió, fue Prosidio Revilla, un agricultor del pueblo, de 55 años. Otros dos tiros de la escopeta de Elicio le dieron muerte instantánea.

Tras cometer los tres asesinatos y el intento de otros dos, Elicio Rojo emprendió la fuga hacia Villanueva de Odra. Las informaciones de los periódicos del día siguiente daban cuenta de que el asesino había huido a las montañas, que conocía perfectamente como cazador, con una cantidad de entre 20.000 y 40.000 pesetas procedentes de la venta de varios serones de trigo.

Aparece muerto

La hoja del lunes del 14 de octubre de 1957 publicaba la aparición del cadáver en la peña Amaya a unos 22 kilómetros de su pueblo. Habían pasado cinco semanas desde los crímenes. Un pastor, Marcial Lastra, encontró muerto a Elicio Rojo en La Loma, cerca de Villamartín de Villadiego, con muestras ya de descomposición; se disparó a la cabeza. Fue su perro, el que corriendo colina arriba, se encontró con el cuerpo. Nada más verlo, le identificó. Eran las 13.30 horas del domingo 13 de octubre.

Inmediaciones de la Peña Amaya, donde se escondió el forajido. JCR

La presencia de una cuerda atada a su cuello indicaba que pudo intentar suicidarse ahorcándose, pero la herida contundente de la cabeza dejaba a las claras que se descerrajó un tiro en el cráneo. Desde diferentes medios de comunicación nacionales se estuvo hablado de que Elicio pudo recibir alimentos de gente de la comarca, bien por amistad con alguien o bien bajo amenazas.

El testimonio de los padres

La prensa de la época, como recordábamos en el capítulo dedicado al asesinato de la Venus de Valencia, no escatimaba en detalles. Pretorius, periodista del diario Pueblo recoge en su crónica las palabras de los padres de Elicio. «Se había levantado muy temprano, preguntó por su padre, que había salido a Villadiego. Luego partió para la era y ya no le he vuelto a ver. Nuestro comentario al oír el primer disparo fue suponer que había matado a la perra. Fue una de mis hijas casadas la que, llegando a casa nos contó lo sucedido. Conocedores de su carácter nos dirigimos a casa de unos vecinos, temiendo que su arrebato le hiciera disparar sobre nosotros», confesaba su padre.

Elicio era el mayor de siete hermanos; uno de ellos sacerdote de la Congregación Paulina, que falleció en 2011. Cuando Elicio cometió los asesinatos apenas tenía 20 años y se formaba en un seminario de Zalla. Otro hermano fue fraile y abandonó los hábitos y se marcho a Canarias; tres hermanas de Elicio se quedaron a residir por la comarca, una vez fallecieron los padres.

Teo, el Pelirrojo; la película

Aunque el director de Melgar de Fernamental Paco Lucio le dio un aire diferente a la historia de Elicio, tanto que podría pensarse que no tiene nada que ver, 'Teo, el Pelirrojo' es un retrato tierno de aquella época de posguerra que trata más de una historia de amistad que de asesinos y muertes.

La historia cuenta que Teo es un criminal que se hace amigo de Santiago, un niño, al que le cuenta su historia de pendenciero y asesino. Teo es un cazador furtivo que vive en el pueblo donde el niño veranea con sus padres. El niño se enfrenta a un dilema moral de altura; sabe cómo es Teo y lo que ha hecho, pero es su amigo; ¿le va a delatar y contar a su padre, que es el juez del pueblo, lo que sabe, o va a fidelizar la amistad con Teo? Santiago, conocedor de un secreto que le confió su abuelo, ayuda a su amigo Teo, acusado de cuádruple asesinato. El secreto más profundo se revela en los instantes finales como buena película de intriga.

Un soberbio Álvaro de Luna interpreta a Teo; Ovidi Montllor, es el padre de Santiago y juez del pueblo y Juan Diego Botto, el niño que interpreta a Santiago. María Luisa San José, madre del niño, y el peculiar Luis Escobar, junto con Alfonso Guirao, Concha Leza, Sarai Hermosa, Daniel Barros, Francisco Casares y María Botto, completan el elenco. Una de las películas imprescindibles para saber algo más de aquella etapa histórica-.

La película se estrenó en estas fechas de febrero de 1986 en la 36ª edición del Festival de Cine Berlín. Se rodó en Melgar de Fernamental, la zona de la Peña Amaya, Villamayor de Treviño y Villanueva de Odra; y en el pueblo palentino de Naveros del Pisuerga, y tuvo un presupuesto de 60 millones de pesetas (360.000 euros hoy).

Dos años antes, otros tres muertos

Dos años antes de que Elicio Rojo matara a tres vecinos y dejara mal heridos a otros dos, el pueblo de Villamayor había vivido otra tragedia. Un padre y su hija murieron dos años antes a manos del hijo y hermano de los fallecidos que tras el horrendo asesinato de su familia se suicidó.

Hay lugares que atraen este tipo de desgracias. Que se convierten en un foco de dolor durante un tiempo y que, al final, sobre ellos se escribe un relato de dolor, en cierta manera infundado y que le hace al pueblo arrastrar la mala fama de por vida. Y es así. Los sucesos, cuanto más trágicos, conforman un halo de leyenda negra de la que es muy difícil deshacerse.

Los acontecimientos se sucedieron en un intervalo de tiempo muy corto. En dos años dos crímenes horrendos, a cada cual más grave. Y al final, cinco personas asesinadas, dos suicidios y otros dos hombres malheridos en tan corto espacio de tiempo y en una población tan reducida y endogámica, con apenas 400 vecinos.

El inconsciente colectivo recordó aquellas tragedias durante muchos años. Hoy apenas quedan recuerdos de la tragedia vivida hace 66 años porque aquella generación está muerta y los hijos; y los hijos de los hijos, lo viven hay como un vago recuerdo olvidado que sólo cobra actualidad en una rememoranza como ésta o si alguien repasa la hemeroteca de algún periódico.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

burgosconecta Los cinco muertos y dos asesinatos múltiples de Villamayor de Treviño