España vuelve a superar los tres millones de parados tras el peor final de año en una década

Ahora sí los malos augurios toman forma y en el cuarto trimestre de 2022 se destruyeron 81.900 ocupados, el peor dato desde el año 2013, en plena Gran Recesión, mientras que el número de parados subió en más de 43.800 personas, una cifra que no se veía desde 2012, según refleja la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves por el INE.

España tardó doce años en conseguir bajar el desempleo por debajo de la barrera psicológica de los tres millones, pero esta alegría apenas ha durado dos trimestres: 2022 se cierra de nuevo con 3.024.000 parados, mientras que la tasa roza peligrosamente el 13%, nivel que –según apuntan los expertos– se sobrepasará en los próximos meses.

De igual manera, la ocupación cayó de nuevo por debajo de los 20,5 millones, otro hito que al país le llevó catorce años alcanzar. La buena evolución del empleo en la primera parte de 2022 ha dado paso a un segundo semestre de clara y progresiva desaceleración. Si el ejercicio comenzó con un ritmo de creación de empleo superior al 4,5%, terminó con una tasa de apenas el 1,38%.

Los datos globales del año también constatan esta acusada ralentización: 2022 se cierra con la creación de 278.900 puestos de trabajo, prácticamente la mitad que en 2021 y la intensidad más baja desde el año 2013 (exceptuando el desplome pandémico de 2020); y con una reducción del paro de 80.000 personas, siete veces menos que un año atrás y el menor ritmo desde la salida de la anterior crisis financiera.

Además, el número de hogares con todos sus miembros en paro volvió a superar la barrera del millón al crecer en 70.100 durante el cuarto trimestre, mientras que, en sintonía, el número de hogares con todos sus miembros ocupados bajó en 38.900 y perdió el nivel máximo que obtuvo en el tercer trimestre, cuando se rozaron los 11,3 millones.

Pero también hay datos para el optimismo. En el año de la entrada en vigor de la reforma laboral se produjo una drástica bajada de la temporalidad de 7 puntos que lleva su tasa hasta el mínimo histórico del 17,93%, con lo que España se va acercando a la media europea. Esto se debe a que la contratación indefinida registró un nuevo máximo con más de 14,3 millones de trabajadores con un contrato fijo, gracias a un incremento histórico de casi 1,6 millones, según resaltó el Ministerio de Economía.

Además, la población activa (el número de personas en edad y disposición de trabajar) siguió aumentando de forma notable al elevarse en casi 200.000 personas en el conjunto del año, hasta aproximarse al máximo de 23,5 millones de trabajadores. De ahí se explica que la bajada del desempleo (-80.000) sea mucho más moderada que el alza de ocupados (279.000), por ese incremento de personas que se incorporaron al mercado laboral.

«Estos datos ponen de manifiesto que la economía española siguió creando empleo y reduciendo el paro en un año marcado por un entorno internacional de alta incertidumbre derivada de la guerra de Rusia en Ucrania», destaca el ministerio de Economía en una nota difundida.

La mayoría del empleo creado el año pasado fue a tiempo completo, con un aumento de 235.200 personas en el último año, muy por encima de los 43.700 puestos a tiempo parcial, con lo que la tasa se sitúa en el 13,59%, el mismo porcentaje que hace un año. Sin embargo, el empleo a tiempo completo experimentó una fuerte destrucción en el cuarto trimestre del año, con 241.500 personas menos, mientras que el parcial se elevó en cerca de 160.000 debido a la campaña navideña.

El empleo creció en todos los sectores en el último año, salvo en la agricultura, que registró un preocupante descenso de 86.900 ocupados. El sector en el que más aumentó la ocupación fue servicios, con 314.300 trabajadores más, seguido de industria, con 36.600 y construcción, con 14.900.

La ocupación aumentó en la mayor parte de las regiones, salvo en Asturias (-15.100), País Vasco (-7.700) y Aragón (-5.000). Los incrementos más acusados se produjeron en la Comunidad Valenciana, con 102.700 ocupados más, Canarias (52.800) e Islas Baleares (33.800), precisamente territorios en los que el turismo tiene un importante peso.