Burgos busca en el extranjero trabajadores para la construcción y el transporte

De hecho, según las estimaciones de la Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE), el mercado laboral burgalés echa en falta a alrededor de 2.500 profesionales de diferentes perfiles, a pesar de que las oficinas del Ecyl de la provincia cuentan ahora mismo con cerca de 15.000 demandantes de empleo.

Se trata, en su mayoría, de puestos de oficiales y con cierta experiencia en sectores tan dispares como la hostelería, la construcción, la industria o el transporte. Eso sí, no todas las vacantes responden a ese perfil, ya que, tal y como apunta Emiliana Molero, secretaria general de FAE, en los últimos meses se están registrando problemas para cubrir incluso puestos de peón en muchos oficios.

En todo caso, la situación más complicada se está registrando ahora mismo en los oficios vinculados a la construcción (carpintería, electricidad, fontanería, etc) y, sobre todo, en el transporte. Y la situación ha llegado a tal punto que el SEPE ha cogido el guante lanzado por FAE, renovando y ampliando la lista de ocupaciones de difícil cobertura con numerosos puestos de trabajo que ya se pueden 'mover' directamente en el extranjero.

En este sentido, la inclusión determinados perfiles en la lista de ocupaciones de difícil cobertura permite a las empresas tramitar directamente los contratos y los permisos de trabajo en los países de origen sin necesidad de llevar a cabo la tramitación que se exige de manera ordinaria para los trabajadores de fuera de la Unión Europea. «Si los perfiles no están incluidos en la lista, contratar extranjeros en origen es muy complicado», resume Molero.

Así, en la última actualización del catálogo de Burgos se han incluido puestos de carpintería metálica, montadores de carpintería metálica, electricistas generales, electricistas de edificios y conductores-operadores de grúa.

A mayores, la FAE ha solicitado la inclusión de otras ocupaciones, como carpintería de madera, fontanería y conductores, tanto de camión como de otros vehículos, confiando en que la próxima revisión de la lista de ocupaciones de difícil cobertura los contemple.

Se trata, en todos los casos, de necesidades perentorias del sector, pero que no cubrirán, ni de lejos, todas las demandas actuales del mercado laboral burgalés, que adolece de perfiles que parecen no despertar el interés suficiente. El ejemplo perfecto es el del sector del transporte, con alrededor de «500 vacantes que se necesitan cubrir ya», según Molero.

A este respecto, subraya la secretaria general de la patronal, «hay una enorme demanda de estos perfiles» en sectores que ofrecen «empleos de calidad, buenas condiciones laborales y salarios dignos».

Entonces, ¿cuál es el problema? A juicio de los responsables de la patronal, la falta de «atractivo», heredada en parte de la anterior crisis económica, que, entre otras cuestiones, demonizó el sector de la construcción y todos los oficios relacionados con él.

Así, buena parte de las titulaciones de formación profesional vinculadas a dichos oficios están lejos de completar la oferta de plazas. «Al igual que sucede con los estudios de la rama STEAM para las chicas, tenemos que ser capaces de promover que los jóvenes elijan estos grados y adaptar la oferta académica a la demanda empresarial», subraya la secretaria de la patronal.

Sólo así, concluye, se alcanzará el necesario equilibrio entre oferta y demanda en un mercado laboral que, por otra parte, se está mostrando muy dinámico en los últimos ejercicios en Burgos.