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El sector del transporte está pendiente de su nuevo convenio. BC
Casi 9.000 trabajadores de Burgos, pendientes de la renovación de sus convenios sectoriales en 2025

Casi 9.000 trabajadores de Burgos, pendientes de la renovación de sus convenios sectoriales en 2025

A lo largo de este año se deben negociar los convenios provinciales de Primera Transformación de la Madera, Comercio del Metal y Transporte, con la reducción de la jornada como principal condicionante

Miércoles, 22 de enero 2025, 07:29

Cerca de 9.000 trabajadores de la provincia de Burgos están pendientes este año de la actualización de los convenios sectoriales que regulan sus condiciones de trabajo. Se trata de tres convenios de cierta relevancia que finalizaron su vigencia a finales del año pasado, como son el de la Primera Transformación de la Madera (empresas aserradoras, fundamentalmente implantadas en la zona de Pinares), Comercio del Metal y Transporte.

El primero es el de menor envergadura de los tres, con 54 empresas adscritas y 583 trabajadores afectados de acuerdo a la última revisión efectuada hace ahora cuatro años.

De mayor relevancia, al menos en cuanto a cifras globales, se presentan los otros dos. Así, el convenio del Comercio del Metal afectaba hace tres años a 418 empresas y 3.292 trabajadores, mientras que el del Transporte afectaba en su última revisión a 452 empresas y 4.832 trabajadores. Las cifras sin duda han variado en los últimos ejercicios, si bien, no se esperan grandes cambios en este sentido.

Hablamos pues de dos convenios de cierta relevancia para la economía burgalesa cuyas negociaciones, además, se presentan siempre complejas. No en vano, ambos están caracterizados por una enorme atomización empresarial, con muy diferentes casuísticas particulares. Por ejemplo, el convenio del Comercio del Metal afecta a un amplio abanico de actividades, desde tiendas de recambios hasta pequeños talleres pasando por los concesionarios, entre otros. A la vista está que nada tienen que ver las condiciones de unos y otros.

Algo muy similar ocurre con el convenio del Transporte, que engloba el transporte de mercancías y el de viajeros, tanto en ruta como en servicios discrecionales. De nuevo, la casuística es enorme y en las últimas revisiones ha habido ciertas tensiones entre las partes para alcanzar un acuerdo global, con intervención del Serla incluida.

A esta circunstancia se le suman una serie de aristas que a buen seguro condicionarán la negociación del convenio del Transporte, empezando por las movilizaciones llevadas a cabo en el ámbito nacional en los últimos años y el déficit de conductores del que la patronal lleva alertando ya un tiempo.

Reducción de la jornada laboral

Sin embargo, probablemente el mayor condicionante para la negociación colectiva este año no sea la casuística de cada uno de los convenios, sino la reducción por ley de la jornada laboral, una norma pactada entre el Gobierno y los sindicatos mayoritarios que todavía se está cocinando, pero que sin duda afectará a toda la negociación.

Máxime viendo el rechazo que levanta la norma entre la patronal. «Los salarios y las jornadas laborales son la parte nuclear de toda negociación. Siempre ha habido un balance, un equilibrio entre las partes a la hora de negociar, pero ahora se está planteando una imposición general sin tener en cuenta las características de cada sector», asegura Íñigo Llarena, responsable de la negociación colectiva de la Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE) de Burgos.

En este sentido, el portavoz de la patronal considera que aplicar dicha reducción de jornada como tábula rasa a todas las empresas resulta totalmente «inviable». Máxime, insiste, en un escenario en el que es necesario «contener costes» para seguir siendo «competitivos» en una provincia que, a su juicio, cuenta en general con «mejores condiciones» laborales que el resto de provincias del entorno.

Muy diferente es la impresión que se comparte desde la esfera sindical. Así, Manuel Capilla, responsable de la negociación colectiva de CCOO, asegura que la reducción de la jornada laboral no solo es posible, sino «necesaria».

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A este respecto, Capilla insiste en que la patronal también clamó contra las últimas subidas del salario mínimo interprofesional asegurando que «se iba a hundir España». Y lejos de ello, sostiene, «el país ha mejorado», ya que se ha «generado movimiento» laboral, lo que a su juicio también sucederá con la entrada en vigor de la reducción de la jornada semanal.

Una reducción que, por cierto, desde el ámbito sindical se da por hecha. «Si no hubiéramos creído en ello no se habría acordado con el Gobierno», subraya Capilla al tiempo que adelanta que los sindicatos acudirán a todas las mesas de negociación contando ya con la entrada en vigor de la norma.

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