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La brecha salarial continúa siendo uno de los retos asumidos por la sociedad en 2023. Y Burgos no es una excepción. Las mujeres trabajadoras en la provincia cobran 18.429 euros de media al año, según el último dato de la Agencia Tributaria, por los ... 19.625 euros que percibían los hombres hace 20 años.
Así, las cifras arrojan una distancia de 836 euros con respecto a los salarios medios anuales masculinos de 2003 en Burgos, una diferencia que, tras varias fluctuaciones a lo largo de dos décadas, asciende hasta los 6.434 euros en la actualidad (35,8%).
La provincia cuenta con 68.501 asalariadas repartidas entre los diferentes sectores que la Agencia Tributaria engloba en diez grupos laborales. En todos ellos se aprecia una diferencia que, en algunos casos sustancial, entre los salarios percibidos por trabajador según su .
Por ejemplo, la industria extractiva, de energía y de agua en Burgos fija un salario medio anual de 34.390 euros para los hombres, 12.689 euros más que la de las mujeres que desarrollan su actividad laboral en ese sector.
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El catalogado por la Hacienda Española como Información y comunicadores es otro sector donde la distancia es notablemente gruesa entre el sueldo de una mujer y el de un hombre. Las primeras reciben 21.296 euros anuales en promedio, por 29.799 de los segundos, una brecha de 8.503 euros entre ambos s.
En las Entidades financieras y aseguradoras, que cuentan con el sueldo medio más alto de todas las categóorías, también existe un desnivel de 7.250 euros entre ambos, cifra levemente inferior a la diferencia en el del Comercio, reparaciones y transporte.
Por debajo de los 7.000 euros de distancia se sitúan los Servicios a las empresas (6.242) y la Industria (6.192), seguidos de los Servicios Sociales (4.875) y Construcción y actividades inmobiliarias (4.199).
Los que menos brecha salarial reflejan según los datos de la Agencia Tributaria son Agricultura, ganadería, silvicultura y pesa y la que engloba a otros servicios personales y ocio, los dos sectores con nóminas por debajo de los 12.000 euros anuales de media, las más bajas de los diez sectores contemplados.
Para el primero, la brecha entre hombres y mujeres se sitúa en los 3.999 euros mientras que el segundo, el que menos distancia posee entre el salario percibido por hombre y mujeres al contemplar una distancia de 3.621 euros promedio anuales.
Pese a la eminente diferencia entre salarios percibidos, el volúmen de mujeres incorporadas al mercado laboral ha sufrido un incremento cuantioso con un ligero repecho tras el estallido de la crisis de 2008 remontado en los años posteriores hasta la ligera variación actual tras la pandemia de covid.
Aunque el dato de mujeres asalariadas sigue siendo inferior al de los hombres, actualmente hay 16.692 mujeres más en el mercado laboral de Burgos desde el 2000.
Cabe destacar que los gruesos de mujeres trabajadoras en Burgos, siguiendo la línea regional y nacional, se sitúan en los sectores relacionados con servicios mientras que la distribución masculina tiende a expandirse también hacia el primario y el secundario, doblando en algunas ocasiones el número de hombres al de mujeres.
Tampoco se encuentran atisbos de paridad al realizar una radiografía por edades. Desde antes de la mayoría de edad hasta después de los 65 años, en todos los rangos la mujer representa un menor porcentaje que el y cobra un sueldo anual medio inferior al de los hombres.
A pesar de esta marcada desigualdad en las percepciones de uno y otro en la provincia, existe noticias relativamente positivas si se habla en común. Burgos es la provincia con el noveno salario anual medio más alto de España (sin contar País Vasco y Navarra) y supera tanto la media autonómica (+5,3%) como la nacional (1,7%).
Desde el 2006, último año anterior a la zozobra de la crisis de 2008, los salarios han subido un 20,5% en promedio, que tras las oscilaciones propias de recuperaciones y nuevos periodos recesivos, se han traducido en que los burgaleses cobran un 8,1% más que hace diez años.
La inflación, con el consecuente encarecimiento del coste de vida, es el nubarrón que ha enturbiado este avance en materia de percepción de salarios y ha provocado que este aumento en los salarios medios anuales no se haya traducido en un mayor poder adquisitivo por parte de las familias.
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