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Los cuidados de menores cada vez se reparten más, pero siguen recayendo mayoritariamente sobre las mujeres. RC
La brecha de género carga a las mujeres los cuidados familiares

La brecha de género carga a las mujeres los cuidados familiares

Aunque las excedencias masculinas para cuidar a familiares han crecido significativamente en Burgos en los últimos años, aún siguen siendo minoritarias respecto a las femeninas, generalmente por cuestiones económicas

Martes, 16 de mayo 2023, 07:09

A pesar de los avances registrados al respecto en las últimas décadas, lo cierto es que los cuidados familiares continúan recayendo en mayor medida sobre las mujeres, en España en general y Burgos en particular. Así lo demuestran los datos ofrecidos por la Seguridad Social, ... que reflejan una tendencia al alza en la solicitud de excedencias y reducción de jornada por parte de los hombres desde hace unos años, pero cuyo impacto todavía es minoritario en el cómputo general.

Así, a lo largo del primer trimestre del año, apenas 16 de las 129 excedencias solicitadas en la provincia de Burgos para cuidado de familiares fueron registradas por varones, lo que supone un 12,4 % del total.

A falta de conocer los datos del cierre del ejercicio, lo cierto es que la estadística del primer trimestre rompe con la tendencia acumulada en los últimos años . Y es que, tras varios ejercicios de incremento, las excedencias para cuidados familiares de los hombres tocaron techo en 2022 con un 25,8 %, avanzando en más de cinco puntos respecto al año anterior (19,6 %).

25,8 % Excedencias masculinas

144 de las 558 excedencias por cuidado de menor solicitadas en 2022 en Burgos fueron registradas por hombres. El resto (74,2 %) fueron registradas por mujeres.

Se trata, en todo caso, de cifras totalmente impensables hace no mucho tiempo, tal y como reconocen las responsables de Igualdad de los sindicatos CCOO y UGT, Henar Paredes Santos y Marta Marijuán, que reconocen que «se está mejorando» en este ámbito, aunque aún «queda mucho camino por recorrer».

Ambas comparten el mismo discurso y apuntan a las mismas causas. «Al final, cuando es necesario cuidar a un familiar», ya sea menor o dependiente, las parejas «se sientan y echan números». El que cobra menos es habitualmente quien asume esa responsabilidad en detrimento de su carrera profesional. Y en la mayoría de los casos, lamentan, es la mujer la que se encuentra en esa situación.

«Es un problema muy complejo que persiste. Existen sectores muy feminizados, como los vinculados al ámbito sociosanitario, cuyas condiciones de trabajo, tanto de salario como de jornadas, no tienen nada que ver con otros sectores», explica Marijuán. Y eso al final genera una suerte de círculo vicioso. Peores condiciones de entrada al mundo laboral se convierten en peores condiciones de crecimiento profesional cuando afloran las necesidades familiares.

Una radiografía prácticamente calcada plantea Paredes Santos, de CCOO, quien asegura, eso sí, que algunas dinámicas están cambiando, sobre todo las referentes al cuidado de los hijos. «Con el cuidado de mayores dependientes parece que cuesta más», asegura.

Iniciativas legislativas

A su juicio, y más allá de los propios cambios de mentalidad, esta dinámica viene sustentada por varias iniciativas legislativas abordadas en los últimos años que están teniendo un impacto positivo en la búsqueda de la igualdad laboral. Así, la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad ha permitido poner el foco en el cuidado de los recién nacidos, mientras que «la subida del salario mínimo interprofesional» ha ayudado a equilibrar un poco la situación, ya que buena parte de sus perceptores son mujeres, asegura.

También está ayudando, aunque con diferentes niveles de eficacia, la implantación obligatoria de planes de igualdad en las empresas, un aspecto en el que, según ambas sindicalistas, aún hay mucho margen de mejora. «Hay empresas que ya contaban con políticas de igualdad y las están desarrollando desde hace años, pero en otras está costando mucho», sobre todo porque «la Inspección de Trabajo podría hacer más», subraya Paredes Santos.

Además, añade, «el papel lo aguanta todo», y aunque en las tablas salariales no exista brecha de género, si se mira el detalle, continúa existiendo. «Por poner un ejemplo, hay casos en los que una mujer no puede acceder a un plus de productividad por estar en periodo de lactancia», asevera.

A este respecto, Marijuán también reconoce que «a menudo cuesta que las empresas» se involucren plenamente en el desarrollo de las medidas incluidas en los planes de igualdad, lo que al final repercute negativamente «no sólo en las mujeres», ya que su aplicación implica «beneficios para todos».

En todo caso, ambas insisten en que el reparto de las cargas y responsabilidades familiares es una cuestión «cultural» que ha de abordarse desde todos los ámbitos, no solo el laboral o el económico. «La educación es básica», concluye tajante Paredes Santos.

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