El precio de los alimentos no da tregua con una nueva subida al 10,8% en julio

«Este comportamiento es debido a que los precios de las frutas y los aceites y grasas han aumentado este mes, mientras que descendieron en julio de 2022», explican desde el organismo.

En concreto, hay pocas novedades respecto a meses anteriores entre los alimentos que más suben. En tasa de variación anual, el azúcar sigue siendo el gran quebradero de cabeza para los consumidores, con un encarecimiento del 44,2%, al igual que el aceite de oliva -que ya es casi un 39% más caro que en julio de 2022- o las patatas y el arroz, cuyo precio también se ha disparado más de un 22%.

Por su parte, la fruta en conserva, la mantequilla o la leche entera repuntan casi un 20%, un 17,9% y un 17,8%, respectivamente. El drama se extiende en una larga lista en la que más de 40 productos alimenticios de todos los analizados por el INE registran subidas superiores al doble dígito.

Las alzas siguen así comiéndose el presupuesto de unos hogares que siguen haciendo malabares para llegar a fin de mes sin variar sus hábitos de consumo. Y eso que la rebaja del IVA aprobada por el Gobierno en enero para determinados productos básicos ha impedido que el encarecimiento de los mismos sea todavía mayor, tal y como ha puesto de manifiesto esta semana Competencia, en un informe en el que da su respaldo a la actuación de los supermercados con la medida, asegurando que los alimentos afectados por la bonificación bajaron de precio un 2% en enero de 2023 respecto a un mes antes, mientras que los que no estaban incluidos en la medida subieron un 1,8% en ese mismo periodo.

Si se toman como referencia los datos de julio, se observa un comportamiento dispar entre los alimentos afectados por la medida. Por ejemplo, la rebaja del IVA del 10% al 5% se aplica sobre el aceite de oliva y las pastas alimenticias.

En el caso del primero, no solo es una de las partidas que más ha subido en los últimos 12 meses, sino que en julio también se encareció un 5% y en lo que va de año sube un 15,8%. Por su parte, el efecto sí se ha dejado notar más en las pastas alimenticias, que pese a subir un 0,6% en julio y un 2,5% respecto al mismo mes de 2022, bajan un 1,2% en lo que va de ejercicio, con el plan del IVA ya en vigor.

Por su parte, productos básicos sobre los que se eliminó por completo el gravamen, también siguen registrando subidas en lo que va de año, aunque es cierto que moderadas. Incluso la harina baja un 1,7%. El pan, el queso y los huevos suben un 1,2%, un 2,2% y un 3,%, respectivamente desde que la medida entró en vigor.

El alza de los alimentos no es lo único que ha atormentado a los consumidores en el último año. Tras dos meses de caídas hasta la tasa más baja en dos años, la inflación general volvió a repuntar en el séptimo mes del año al 2,3% -desde el 1,9% previo- por el encarecimiento de los carburantes y los paquetes turísticos en comparación con los precios de hace un año.

Sigue siendo una de las tasas más bajas de inflación de toda la Unión Europea (UE), manteniéndose cerca del objetivo de precios del BCE (2%). Pero eso no implica que los hogares no estén sufriendo por el alza de precios. Es más, de las 200 partidas que el INE toma como referencia para calcular el indicador, apenas 26 presentan caídas respecto a hace un año, siendo transporte y electricidad los que más caen, un 47,7% y un 41,9%, respectivamente.

La subida también se ha dejado notar especialmente en la temporada estival, ante una demanda disparada turística que ha provocado que los paquetes nacionales e internacionales se encarezcan cerca de un 18%. El ocio también sube de forma notable. Por ejemplo, hoteles, cafés y restaurantes son ahora un 6,5% más caros que hace un año.

No hay que olvidar que hace solo un año la inflación se situaba en su punto más alto de las últimas décadas. En julio de 2022 los precios llegaron al 10,8%, pero a partir de entonces se empezaron a moderar -muy paulatinamente- hasta los niveles que se registran actualmente, cerca del objetivo del BCE. La tasa que está siendo más complicada de revertir es la subyacente, que en julio de hace un año estaba en 6,1% y hoy sigue en los mismos niveles.

En concreto, esta referencia que no incluye alimentos frescos ni productos energéticos en su cálculo, volvió a repuntar por encima del 6% tras la caída de junio y se situó en el 6,2%, cuatro puntos por encima de la general.

Esta tasa será, precisamente, la referencia para que la rebaja del IVA de los alimentos básicos que ha prorrogado el Gobierno hasta el 31 de diciembre se mantenga hasta entonces o no. Y es que el Ejecutivo concretó que si esta tasa subyacente baja del 5,5% en el mes de septiembre -dato que se conocerá en octubre-, a partir del 1 de noviembre no se aplicará dicha rebaja.