Díaz exige a Economía actuar ya sobre los márgenes empresariales

«La subida de la inflación, derivada del precio de los carburantes y los alimentos, afecta especialmente a quienes menos tienen. Desde antes de la pandemia los alimentos han subido un 31%. Hay que actuar sobre los márgenes empresariales y proteger a la ciudadanía», advirtió a través de su red social 'X' (Twitter).

Esta materia ha causado en los últimos meses momentos de especial tensión entre Díaz y el Ministerio de Economía comandado por Nadia Calviño, al que la ministra de Trabajo ha acusado en diversas ocasiones de haber sido demasiado tibio con el nuevo Observatorio de Márgenes. Un documento que pretende aglutinar información sobre el origen de los resultados empresariales, pero que no forzará a ligar los mismos a las negociaciones salariales, tal y como pretendían Díaz y los sindicatos.

Desde CCOOy UGT también se mostraron el viernes a favor de intervenir lo que consideran «márgenes excesivos en la cadena alimentaria», sobre todo en el sector mayorista. Es decir, los intermediarios. Y abogaron por la creación de una cesta de alimentos «amplia, de calidad y a precios asequibles» que permita a los hogares acceder a los productos básicos en plena pérdida de poder adquisitivo». «La inflación sigue moderada, los salarios empiezan a ganar poder de compra pero sigue siendo urgente intervenir el precio de los alimentos», señaló el viernes el responsable de Juventud de CCOO, Adrià Junyent.

Desde UGT también critican la falta de competencias en la distribución, «donde unos pocos poseen el poder suficiente para mantener los precios de productos básicos tan elevados en detrimento del interés general».

El problema es que las perspectivas son poco halagüeñas en el medio plazo. Tanto el Banco de España como el BCE consideran que el de los alimentos es ya un problema persistente en las economías globales. Y ambos organismos advierten que factores externos como el cambio climático seguirán ejerciendo presión sobre los productos básicos. Todo agravado por la guerra en Ucrania, el granero del mundo, y una prolongada sequía que también está afectando a la calidad de los pastos, punto de partida de la cadena de producción.