El pesimismo se instala entre los empresarios burgaleses de cara al segundo semestre

Y es que, una de las principales conclusiones que se extraen de la encuesta es que el 85% de las empresas consultadas prevén la llegada de una crisis a partir de este segundo trimestre que durará varios meses o, en el peor de los casos, varios año.

En este sentido, los empresarios burgaleses se muestran especialmente preocupados por el significativo incremento de los precios de la energía y las materias primas, con una posible crisis gasística sobrevolando Europa. También prevén que el consumo interno caiga de manera significativa tras el verano, motivado por la inflación y se muestran preocupados por el crecimiento de los tipos de interés.

Curiosamente, la previsión general contrasta con las perspectivas particulares a largo plazo. Y es que, mientras la mayor parte de las empresas burgalesas consideran que se avecina una crisis, sólo la mitad (un 53%) aventuran que facturarán menos en el segundo semestre.

También contrasta este pesimismo generalizado con las previsiones lanzadas de manera periódica por todos y cada uno de los organismos y centros de estudio locales, nacionales e internacionales, que han modificado a la baja las previsiones de España en general y Burgos en particular, pero que en todos los casos continúan hablando de crecimiento de varios puntos del PIB.

De hecho, las previsiones en el empleo apuntan hacia una estabilidad o incluso leve incremento. Así, de acuerdo a los resultados de la encuesta, el 17% plantea aumentar sus plantillas en la segunda mitad del año, mientras que el 14% prevé reducir puestos de trabajo. La inmensa mayoría (un 69%) prevén mantener el empleo.

Y es que, en términos generales, la economía burgalesa ha cerrado un buen primer semestre. Evidentemente, la alegría va por barrios, pero más de la mitad de las empresas consultadas (un 53%) mejoraron su facturación respecto al segundo semestre de 2021, mientras que el 24% reconocieron haber mantenido el nivel de facturación y el 21% aseguró haber facturado menos. Ahora mismo, más del 75% han recuperado o incrementado su recaudación previa a la pandemia.

Esa circunstancia, por cierto, ha repercutido directamente sobre el mercado laboral, que continúa mejorando sus cifras de manera sostenida. De acuerdo a la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada hoy mismo, Burgos alcanzó a finales del primer semestre los 157.000 ocupados, una tasa de paro del 9,7% y una tasa de empleo del 53,23%, cifras e índices todos ellos mejores a los registrados justo antes de la pandemia y muy similares a los de antes de la crisis de 2008.

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