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Buena parte de los negocios transferidos con comercios. BC
Buscando relevo generacional para negocios viables en Burgos

Buscando relevo generacional para negocios viables en Burgos

Desde su puesta en marcha en 2011, la Oficina de Transferencia de Negocios de FAE ha colaborado en el relevo de 384 negocios viables

Miércoles, 16 de octubre 2024, 07:15

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Cuando un establecimiento echa la persiana, por el motivo que sea, volver a levantarla supone a menudo un esfuerzo hercúleo. De ahí la importancia del relevo generacional, uno de los grandes retos a los que se enfrentan muchos negocios pequeños de carácter local, cuyos propietarios no encuentran a quién ceder el testigo.

Tomando como referencia esa circunstancia, en 2011 comenzó a funcionar la Oficina de Transferencia de Negocios de la Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE) de Burgos, que desde entonces intermedia entre antiguos propietarios y potenciales inversores para encontrar reemplazo que garantice la supervivencia del negocio. Y la experiencia, en estos años, está siendo más que positiva.

Al menos, así lo demuestran las cifras. Desde que la oficina entró en funcionamiento se ha mediado en la transferencia de 384 negocios, una cifra nada desdeñable. En este sentido, según explica la secretaria general de FAE, Emiliana Molero, se ha comprobado que «en épocas de crisis hay más movimiento en la Oficina». Así, por ejemplo, el año en el que más transferencias se registraron fue 2012, cuando se tramitaron hasta 61 transferencias. A partir de ahí, los años de más actividad fueron 2011 (49 negocios) y 2013 (38). En 2023, último año completo de la serie, se registraron 26 transferencias de negocios.

En total, a través de la Oficina se han ofertado 610 negocios, por lo que el índice de traspasos efectuados se acerca al 63%. Algunos de los negocios que no se han conseguido transferir continúan ofertados en la plataforma a día de hoy, mientras que otros muchos han sido dados de baja al no levantar interés de potenciales inversores.

En todo caso, con las cifras globales encima de la mesa, desde FAE se pone el acento en el aspecto cualitativo. No en vano, según subraya Molero, se trataba en todos los casos de negocios «viables» y en funcionamiento que por cuestiones ajenas al propio negocio se veían abocados a echar la persiana.

A este respecto, apunta, la mayor parte de dichos cierres venían derivados de la jubilación de los anteriores gestores que no han encontrado relevo generacional en su círculo más cercano. Se trata, salvo alguna excepción muy concreta, de negocios pequeños o incluso de micropymes de diferentes sectores productivos, pero con el comercio y la hostelería como grandes protagonistas.

A este respecto, desde FAE puntualizan que, en todo caso, la oficina presta asesoramiento en la transferencia del negocio, en lo que se puede incluir el local, pero no acepta trasferencias de locales sin negocio aparejado.

Más complejo resulta dibujar un perfil básico de los solicitantes de transferencia. En este caso, «hay de todo», según explica Molero, desde jóvenes emprendedores que buscan desarrollar un negocio sin las dificultades que conlleva ponerlo en marcha desde cero hasta profesionales de determinados sectores que tras años trabajando por cuenta ajena deciden dar el paso al ver una ventana de oportunidad o incluso empresarios con varios negocios ya en marcha que buscan diversificar su cartera.

Teniendo en cuenta esa disparidad de perfiles, lo primero que hacen los técnicos de la Oficina cuando un potencial inversor se pone en contacto es realizar una entrevista personal para «conocer su experiencia, inquietudes y condiciones financieras» y determinar que efectivamente es capaz de mantener la actividad y si el negocio en cuestión se adecua a sus características.

A partir de ahí, la Oficina realiza una labor «facilitadora» entre las partes sin intervenir ni en el precio ni en el propio contrato de traspaso. A este respecto, Molero pone en valor el trabajo de «acompañamiento» a los potenciales inversores. «Al final, cuando se coge un negocio en marcha, ya se cuenta con una base» en aspectos como la clientela o el equipamiento, pero hay que garantizar su supervivencia. Y para ello, el futuro propietario «necesita tener unas nociones básicas de gestión»

En este punto cobra especial trascendencia la estructura con la que cuenta FAE, ya que más allá del personal que tiene asignado a la propia oficina, cuenta con otros servicios de asesoramiento complementarios, como el Punto de Atención del Emprendedor (PAE) o los propios técnicos jurídicos y sectoriales. El objetivo, subraya Molero, es «garantizar la profesionalización» e impulsar el relevo generacional.

Un relevo que desde FAE se prefiere ver como un «reto» más que como un «problema», a pesar de que en los últimos tiempos es una circunstancia que preocupa, y mucho, a las organizaciones empresariales, que han comprobado cómo el relevo generacional se antoja cada vez más complicado para multitud de pequeños negocios.

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