Bruselas avisa al futuro gobierno de que reducir la deuda «debe ser su prioridad»

Lo uno llevó a lo otro y así viene sucediendo los últimos cuatro años. El aviso de Bruselas es claro: si finalmente eclosiona el Gobierno de coalición entre PSOE y Podemos, este tendrá que aportar unas cuentas creíbles, actualizadas, que atenúen esa «desviación» al mismo tiempo que mantengan la mira apuntando hacia una rebaja del endeudamiento.

En trazo grueso: si vas a gastar más procura ingresar más. Porque aunque se augura que España continuará creciendo por encima de la media europea (dentro de un contexto general de desaceleración), los técnicos del Ejecutivo comunitario tienen claro que los repuntes serán insuficientes para que el país cumpla con los requisitos del Pacto de Estabilidad. «Los Estados miembros con niveles de deuda muy elevados, como Bélgica, Francia, Italia y España, deberían aprovechar los menores gastos en intereses para reducir su deuda. Debería ser su prioridad», subraya Vladis Dombrowskis, vicepresidente de la Comisión Europea y responsable del Euro.

En este sentido, El Ejecutivo comunitario espera que la relación entre la deuda y el Producto Interior Bruto (PIB) en toda la Eurozona disminuya al 86% este año y al 85% el próximo, aunque el ratio recomendado se sitúa en el 60%. España no alcanzará las medias proyectadas en ninguno de los dos ejercicios (96,7%, según las previsiones de otoño para este 2019). A años luz de una Italia, la tercer economía del euro, que rebasará el 136. «No creemos que estos Estados hayan aprovechado la bonanza para sanear sus finanzas públicas».

A ello se suma que, en el caso de España, su déficit estructural (la diferencia entre ingresos y gastos), el que no tiene en cuenta los ciclos económicos y se concentra en analizar la solvencia de las finanzas públicas, plantea un desvío del 0,8%, dos décimas superior al cálculo realizado por el Gobierno español.

Ante esta advertencia desde Bruselas, fuentes del Gobierno explican a este periódico que la Comisión Europea no ha podido añadir a su cálculo los datos del PIB del tercer trimestre (+0,4%), que fueron «más positivos de lo esperado», y destacan que el propio organismo recuerda que las previsiones macroeconómicas españolas están «avaladas por la AIReF», la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal.

Como aseguró Calviño hace unas semanas, la respuesta de Bruselas era «previsible» porque España tuvo que enviar un proyecto presupuestario sin medidas concretas que permitan aumentar los ingresos y reducir el gasto. La ministra consideró que han hecho una gestión presupuestaria «rigurosa» que ha permitido cerrar 2018 con un déficit público del 2,5% y 2019 en el 2%, según sus previsiones. «La Comisión tiene claro el esfuerzo que ha hecho el gobierno en estas circunstancias», señaló.

Para poder llevar a cabo su compromiso de reducir el ratio de deuda pública y de déficit más rápidamente, piden poder «formar un Gobierno cuanto antes», que permita aprobar unos nuevos Presupuestos para 2020 que permitan un mayor alineamiento con las normas comunitarias.