El BCE rebaja su previsión de crecimiento de la eurozona al 1,1% para 2020

La razón fundamental de esta actualización a la baja es, cómo no, la guerra comercial que mantienen abierta Estados Unidos y China y que tanto está afectando a Europa, dada la gran industria exportadora de sus países. El sector industrial tiene excedente de stocks por las menores ventas y este deterioro se agravó en diciembre registrando lo que los expertos califican de «terrible final de 2019», ya que el índice de gestores de compras (PMI) que elabora IHS Markit bajó seis décimas hasta los 46,3 puntos (por debajo de 50 puntos significa contracción de la actividad) con las fábricas de España, Italia y Alemania en recesión. Este último es el país con peor resultado en diciembre, por lo que los analistas ya hablan de una «paralización» de Alemania.

Los datos del BCE son más pesimistas que los del Fondo Monetario Internacional (FMI), que en sus últimas previsiones advertían de una «moderación del crecimiento en Europa» hasta el 1,8% en 2020, siete décimas por encima que lo que indica este viernes la organización dirigida por Christine Lagarde.

Para 2019, en cambio, el BCE actualiza sus previsiones una décima y lo deja en el 1,2%, y para 2021 las mantiene en el 1,4% al considerar que el comercio irá a mejor, como señaló el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, durante su intervención en un encuentro de los Analistas Financieros Internacionales (AFI).

En este sentido, indicó que el crecimiento de la eurozona sigue siendo «bajo» y refleja la «debilidad» del comercio y las manufacturas, aunque a medio plazo consideran que se volverá a una senda de avance «similar a la anterior». Hernández de Cos resaltó que los propulsores siguen siendo las condiciones financieras y el mercado de trabajo, a lo que se añade una orientación «algo más expansiva» de la política fiscal.

En cuanto al IPC, se revisa al alza la inflación general para 2020 (1,1%) y a la baja para 2021 (1,4%) debido a la evolución esperada de los precios del petróleo. Para 2021 estima un IPC del 1,6%. Por ello, indicó que se sigue esperando una senda de recuperación de la inflación subyacente, apoyada en la mejoría cíclica de la economía, en un crecimiento salarial «relativamente robusto» y en las medidas de política monetaria adoptadas en septiembre de 2019.