Emprender en Burgos desde la juventud, el teletrabajo y lo digital

Con solo 26 años, David Martínez Pardo ha creado su propia empresa, Casoplan Inmobiliaria Digital. Se trata de una inmobiliaria sin establecimiento físico, exclusivamente para el teletrabajo y con una intención de ser «un modelo diferente», asegura David.

El proyecto lleva en marcha unos seis meses. Se empezó a fraguar en noviembre de 2021, pero David dio el paso más firme en enero de 2022, «cuando estuve confinado. Ahí concluí todo para ponerlo en marcha y comencé con el marketing digital», explica David.

Estudió ingeniería mecánica, pero con los dos másteres que cursó ya se empezó a orientar hacia lo que verdaderamente le llama. Estudió un máster en administración de empresas y otro en marketing digital. «Me gusta mucho la economía, la inversión. Uní estas pasiones, que me interesa el sector inmobiliario y el marketing y me lancé a crear la web», explica.

Reconoce David que en la ciudad de Burgos y en la provincia hay varias inmobiliarias, pero él quiere aprovechar en su beneficio y en el del cliente las ventajas que ofrece la nueva situación del mercado. «Los alquileres suben, la luz sube, la calefacción. Todo conlleva unos gastos que antes de la pandemia eran necesarios porque no se concebía el teletrabajo. Pero todo eso lo he llevado a la mínima expresión y eso repercute en menos comisiones para el cliente y precios más baratos», explica.

Asegura que no necesita una oficina. Para los momentos, como en la firma del contrato de arras, en que sí se precisa, alquila un espacio por horas. «Al final, el valor de mi empresa no lo aporta una oficina», asegura. Y así se lo explica al cliente. El teletrabajo ahora no está tan mal visto, se entiende, cuenta con la opción de llamada, recurre al marketing digital y a las reseñas.

Estamos transitando a otros modelos de negocios. David reconoce que sí se preguntaba cómo iban a confiar en él sin una oficina. «Ahora tenemos otras formas de confiar. Una de ellas son las reseñas. Ahí me estoy esforzando mucho y tengo buenas opiniones. Cuando alguien desconfía le invito a acudir a ellas. Además, explico el modelo de negocio, explico que con el teletrabajo ahorramos gastos y eso le repercute a él como cliente. He notado que si hace tres años decías que teletrabajabas se tomaba como raro, ahora está normalizado», asegura.

Iniciar un negocio, arrancar una empresa es sinónimo de incertidumbre, miedo, inversión, pero este joven burgalés reconoce que no tuvo mucho miedo, «me habría dado más miedo si hubiera tenido que invertir 50.000 euros en adaptar un local, pero mi inversión ha sido baja», reconoce.

Actualmente, todo lo desarrolla él, excepto la parte legal. Se ha formado en fotografía y programas de edición. Hace vídeos de las casas y pisos. Él ha creado la web y hace el marketing digital. «En el futuro me gustaría contar con más gente, pero también sería un trabajo descentralizado. Este modelo se puede aplicar en otras ciudades y también puedo contratar a autónomos de otros puntos de España para redactar textos, editar fotografía y vídeo, subirlos a la web. Un trabajo que ahora mismo hago yo. Esto es una filosofía, una mentalidad, no hace falta oficina», explica.

Sus clientes siguen haciendo visitas a las casas y, además, ofrece el servicio de asistente de compra a los clientes que buscan vivienda. «Lo que he notado es que cuando alguien va a comprar una casa se siente desorientado, aquí ofrecemos ese acompañamiento, hago la criba y al final el cliente va a visitar las casas que encajan más con sus criterios», añade David.

«El funcionamiento de estos meses es positivo», reconoce, pero ha partido de cero. Ahora se encuentra intentando ampliar la cartera de clientes, pero ya cuenta con varias ventas. «No solo es un negocio digital, quiero hacer algo diferente».