Marc Márquez se sobrepone en Australia y Jorge Martín refuerza su liderato

No hay un domingo tranquilo para Marc Márquez, que esta temporada se ha acostumbrado a remontadas imposibles. Y la que protagonizó en Phillip Island fue todo menos previsible, porque esta vez había clasificado bien y partía segundo en la parrilla. Sin embargo, segundos antes de arrancar la carrera, tuvo que quitarse uno de los films protectores del casco porque un inoportuno mosquito le quitaba parte de la visión. La mala suerte llevó ese plástico a quedarse encajado entre el asfalto y la rueda trasera, y provocó que ésta deslizase cuando se apagó el semáforo.

Marc se hundió en mitad del grupo. Llegó a la primera curva decimoquinto y sin saber explicar cómo, un par de frenadas después ya era sexto, en una recuperación milagrosa que le salvó de un problema mayor. «No sabía dónde estaba, veía a muchos pilotos delante y al lado una Honda y una Yamaha, y pensé 'estoy muy atrás'. Cuando hice las dos primeras curvas levanté la mirada y solo había seis o siete delante. Yo creo que en la primera curva muchos se tocaron o se fueron largo y a mí se me abrió un carril». Salvada esa primera situación crítica, el ilerdense no podía dormirse en los laureles porque por delante Martín y Bagnaia ya abrían un hueco con el resto. Ninguno de los dos había fallado en la salida y comandaba una carrera en la que era obligatorio gestionar el consumo de gomas para las 27 vueltas que tenían por delante.

En seis giros Márquez ya rodaba tercero, pero tenía que recuperar algo más de un segundo con el dúo de cabeza. Se aplicó y tras tres vueltas rápidas consecutivas con las que destrozó el récord del circuito, el español llegaba a rueda de Bagnaia. Ambos aprovecharon una colada de Martín en la vuelta doce para echarse encima e intentar el adelantamiento, pero el líder del campeonato devolvió el golpe inmediatamente.

El que se soldó a rueda del madrileño fue un Márquez que tenía la victoria entre ceja y ceja. Martín lo llevó al límite rodando en ritmos de calificación, pero el de Cervera le tenía tomada la medida. Tampoco tenía mucho más que su rival, pero sí que jugaba con la baza psicológica de no tener nada que perder.

El primer ataque llegó a cuatro vueltas del final, cuando se puso en cabeza por primera vez. Sin embargo, lejos de lo que imaginaba, Martín plantó batalla y le devolvió el adelantamiento aprovechado la superioridad mecánica de su Ducati 2024 en plena recta. Conociendo a Marc, era imposible que se rindiera y otro giro después lo intentó en el mismo punto, la curva 4, una de las frenadas más potentes del circuito. Un hachazo en toda regla, que esta vez no encontró contestación. Márquez celebraba por todo lo alto su tercera victoria del año y la más difícil porque ganó en el cara a cara a los dos aspirantes al título sin ningún condicionante externo. Aunque matemáticamente todavía tiene opciones, el título está imposible a 79 puntos del liderato con 111 en juego. Pero sí daba un paso de gigante en su pelea con Bastianini por ser tercero del mundo; y con su actual nivel será un factor a tener en cuenta en el duelo por el título.

El otro ganador del fin de semana es Jorge Martín, que sale de Australia con la diferencia duplicada. Llegó con 10 puntos de renta y sale con 20, y un gran premio menos. «Quería la victoria, pero Marc tenía un pelín más que yo en esas dos últimas vueltas», explicó el madrileño, algo insatisfecho por haber perdido una carrera que había liderado 23 de las 27 vueltas.

A trece segundo entró el segundo grupo, comandado por Di Giannantonio, por delante de Bastianini y Morbidelli, con los que Ducati firmó su primera top 6 en una carrera. El sudafricano Binder, séptimo con su KTM fue la primera moto no italiana y Maverick Viñales firmó una decepcionante octava posición. Pedro Acosta no pudo tomar la salida, después de una fea caída en el sprint del sábado por culpa de un fuerte golpe en el hombro izquierdo.

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