Mick Schumacher, celebrando una victoria en la F2. Andrej Isakovic (Afp)
Temporada 2021

Mick Schumacher entra en el reino de su padre

El hijo del 'káiser' ha sido confirmado como piloto oficial del equipo Haas, donde formará pareja con el ruso Nikita Mazepin, uno de sus rivales por el título de F2

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

MADRID

Miércoles, 2 de diciembre 2020

La saga de los Schumacher ha escrito un nuevo capítulo en su historia. Mick, el hijo de Michael, ha sido confirmado como piloto oficial de la escudería Haas para la temporada 2021. Se cumple así un sueño para muchos, especialmente para la propia Fórmula ... 1, que asciende a lo más alto al ya bautizado como el 'príncipe' de la competición.

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Mick Schumacher tendrá la oportunidad de demostrar que todas las expectativas que hay puestas sobre él se corresponden con la realidad. En una carrera marcada por su ADN, que en muchas ocasiones supone más un lastre que un impulso, ha sabido crecer por sí mismo ante la mirada de todo el mundo del deporte, más allá del automovilismo, a cada paso que ha dado.

De ser el no tan anónimo Mick Betsch, apellido de soltera de su madre, al idolatrado Michael Schumacher Jr. han pasado unos años difíciles, marcados por el contexto en el que se halla el heptacampeón del mundo desde su accidente en Méribel, en 2013. Por aquel entonces, Mick ya había dado sus primeros pasos en el automovilismo, auspiciado por un entorno que le cuidaba y protegía de todo elemento externo que pudiera hundirle. Bien lo saben otros hijos ilustres, como Carlos Sainz sin ir más lejos: la corona del padre no siempre se ajusta a la testa del hijo.

Aquel diciembre de 2013 cambió todo. Se puso el apellido Schumacher con orgullo, y en su salto a la F4 alemana ya lo hizo con su nombre real. Desde entonces, no sin altibajos, un ascenso trufado de zancadillas, errores propios y también éxitos. Para el recuerdo, su memorable segunda parte de la temporada 2018 de la F3, cuando le dio la vuelta al campeonato para conseguir el título. En su segundo año en la F2, Mick ha sabido mejorar notablemente todas las carencias que dejó entrever en su temporada de debut, la 2019, en la que logró su primera victoria.

Ahora, en su último compromiso de 2020, está a las puertas del título de la categoría de plata, en un último fin de semana frenético en el que no puede fallar. Le basta con no equivocarse: con acabar delante de Callum Ilott y Nikita Mazepin, que será su compañero en Haas en 2021, le sirve para proclamarse campeón de la F2. Y, además, sin la presión de pensar en el asiento del próximo año.

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«Gracias a mi familia»

Mick Schumacher no oculta que del apoyo de todos los que le han aupado hasta la Fórmula 1, es su familia a quien más tiene que agradecer. No solo porque con su apellido se le han ido abriendo muchas puertas, sino porque la gestión de su carrera en paralelo a la situación médica de su padre no es algo nada sencillo de hacer.

En buena medida, mucha responsabilidad está en la sempiterna Sabine Kehm. Conocida en el mundillo como el 'dóberman' (poco más que añadir), la última representante de Schumacher padre ha cogido las riendas de la carrera del hijo para ayudarle a caminar por los pantanos del automovilismo, donde las alimañas pueblan cada esquina del paddock. Mientras Corinna, su madre, se dedicaba en cuerpo y alma al cuidado del 'káiser', sus hijos daban sus pasos fuera del nido familiar en Suiza. Mick ha llegado a la Fórmula 1, pero no es el único deportista de los vástagos de la familia, ya que Marie, la hija, es una consumada amazona y participa en competiciones de hípica de nivel.

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No podían faltar palabras de cariño a los suyos, una vez confirmada su presencia en la parrilla de 2021. «Me gustaría agradecer al equipo Haas F1 Team, a la Scuderia Ferrari y la Ferrari Driver Academy por depositar su confianza en mí. También quiero reconocer y extender mi amor a mis padres: sé que les debo todo. Siempre he creído que realizaría mi sueño de llegar a la Fórmula 1», señaló Schumacher en el comunicado de su nuevo equipo.

Haas es solo el primer paso de una larga trayectoria que, espera, culmine en un campeonato. Al hijo de Michael Schumacher se le exige de manera unánime que alcance la gloria, cuando el momento y el equipo le sean propicios. Su primer año en la competición que fue el cortijo de su padre será de adaptación, y de hecho probablemente no esté demasiado tiempo en la escuadra estadounidense. Porque si esta historia tiene todos los ingredientes para ser una película, ¿alguien duda de que, tarde o temprano, acabará compitiendo para Ferrari?

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