Fernando Alonso, como si nunca se hubiera ido

Las conclusiones no pudieron ser más positivas. No fue el piloto que más rodó, aunque dio 128 vueltas, ni el más rápido, ya que se quedó a dos segundos del hombre que dio la mejor vuelta de la jornada, pero cualquier duda que había sobre su situación competitiva ha desaparecido. Enseguida mostró un rendimiento y un 'feeling' más que positivo al volante de ese A521 que se lleva todas las miradas y no sólo por su vistosa decoración, quizá una de las más llamativas, sino también por lo abultado de su tapa motor, mucho más engordada que la de sus rivales.

Alonso empezó muy pronto. Fue el primero en salir a pista y en marcar un tiempo competitivo que le permitió ponerse primero. Detrás de él, Carlos Sainz con el Ferrari SF21, segundo. Los chistes sobre 'Stop the count' y 'árbitro la hora' no se hicieron esperar, pero poco a poco se volvió a la normalidad. Y esa 'nueva' normalidad que parece surgir en esta pretemporada y en la que se intuye que puede vivirse en las primeras carreras de la campaña 2021 es que McLaren está muy bien. El motor Mercedes les ha dado un salto de calidad notable, y Daniel Ricciardo fue el mejor de la sesión matutina, en la que aparecieron tímidamente los neumáticos blandos y, por tanto, más competitivos.

Sainz acabó la mañana con 56 vueltas y buenos datos para sus ingenieros, pero la certeza de que este SF21 es más nervioso de lo que desearían. Esa fue una de las conclusiones que sacó el madrileño tras su primera jornada dedicada a ensayos puros de carrera en tandas largas, si bien conforme avanzó la mañana se fue sintiendo mejor. El diseño del nuevo monoplaza les ha dado un poco más de competitividad (se habla de unos 30CV de potencia pura) pero lo cierto es que no acaban de tenerlo a su gusto, ni él ni Leclerc.

Alonso demostró durante todo el día una de sus grandes virtudes: la regularidad. Siempre en los mismos tiempos, tirando a altos (estuvo casi toda la jornada con los neumáticos duros y no llegó a montar los blandos, eso llegará el domingo), pero constantes. Los ingenieros acabaron muy satisfechos y él, lo mismo, aunque admitió que aún tienen que sentirse a gusto y acabar de cuadrar algunos detalles aerodinámicos que no le acaban de convencer.

Si en la pretemporada, y más en una corta como esta, es normal tener muchas dudas, lo que está pasando con Mercedes roza el misterio más insondable. Los grandes favoritos (que aún lo son) para repetir éxito esta campaña están teniendo más problemas en estos tres días que en todas las pretemporadas anteriores de la era híbrida. A la avería de la caja de cambios del viernes se unió una inusual salida de pista del mismísimo Lewis Hamilton por la mañana que provocó la primera bandera roja de la jornada (la segunda fue de Sergio Pérez por la tarde cuando la tapa motor de su Red Bull saltó por los aires). El heptacampeón se quedó empanzado en la tierra de la curva 4 y tuvieron que ir a rescatarle el coche, con un ejército de mecánicos tapándolo para que no le vean el fondo plano, que es donde está la joya de la corona aerodinámica del monoplaza.

Hamilton pudo completar sin mayores dificultades el plan previsto, ya que apenas perdió 20 minutos, pero el desarrollo de este W12 no ha salido tan perfecto como el de sus predecesores. Por la tarde, en condiciones mucho mejores de pista (esta vez no hubo tormenta de arena) y con los neumáticos Pirelli más blandos, los C5, se llevó el mejor crono de la sesión por apenas unas décimas sobre Pierre Gasly, que dejó buenas sensaciones con el AlphaTauri, y algo más con Lando Norris, que a diferencia de ellos no usó los neumáticos más blandos de la gama sino el inmediatamente anterior, el C4. Si llega a ir a por vuelta con mejores ruedas, sin duda habría sido el más rápido.

De igual manera que en Mercedes hay muchas dudas, en Aston Martin lo mismo. Sebastian Vettel vio cómo su caja de cambios (que es de Mercedes) se rompía, al igual que la de Bottas del viernes, y dejó a su compañero Lance Stroll con la mayor carga de trabajo para la jornada.

Los test de pretemporada acabarán este domingo con una última sesión que se augura frenética. Para ver a Fernando Alonso habrá que esperar a la tarde, cuando previsiblemente montará los neumáticos más competitivos y buscará una vuelta rápida. Si es capaz de colarse en la zona noble será garantía de que las sensaciones que transmite en su vuelta se van a trasladar a la parrilla del próximo GP de Baréin.