Verstappen y Red Bull ya ganan a lo campeones

La carrera empezó de cara para las intenciones de Hamilton. En la segunda curva del circuito, nada más salir, Verstappen se colaba y dejaba el primer puesto expedito para el británico. Aunque Valtteri Bottas fue incapaz de batallarle el segundo puesto, Verstappen tenía problemas para seguir a su rival. Red Bull, en ese momento, decidió dar un golpe de timón: vieron que los neumáticos no iban a resistir como para hacer una parada, y decidieron ir a dos.

La estrategia salió a la perfección. Verstappen no solo recuperó el segundo puesto cuando pasó a Bottas, cuya única reacción fue quejarse por la radio de que nadie le hacía caso cuando decía que era una carrera a dos paradas. Además, el neerlandés le arrebató la victoria a su rival en uno de los momentos que más dulce saben para cualquier deportista: en los últimos instantes. Faltaba vuelta y media para la meta cuando el líder del campeonato conquistaba su tercera victoria en este año, algo que para Red Bull era una sensación inédita desde 2013.

El podio lo completó Sergio Pérez, que en su caso dio otra lección de cómo gestionar los neumáticos en carreras en las que la degradación es un factor crítico. El mexicano no solo llegó al final de la prueba en mejores condiciones que los Mercedes, sino que además supo cocinar a fuego lento el adelantamiento a Bottas para sumar su segundo 'top 3' desde que aterrizó en Red Bull. El equipo campeón, incomprensiblemente, ni siquiera dio opciones al finlandés para buscar la vuelta rápida, pese a que hubiera tenido parada gratis. Esa también se la llevó Verstappen, que sumó así un 'hat trick': pole, victoria y vuelta rápida.

Con este resultado, Verstappen goza de 12 puntos de ventaja sobre Hamilton en una general que puede ver cómo vuelca totalmente si no mantiene la concentración. A su favor, las dos siguientes carreras se disputan en el Red Bull Ring, en Austria.

Para los españoles fue una carrera de sensaciones encontradas. Por un lado, Fernando Alonso hizo una carrera óptima, sin el lustre de la de Bakú, pero fiable. El asturiano demostró desde la salida que está ya en plenas facultades (brillante salida adelantando a Charles Leclerc y Lando Norris). Después, en el factor estratégico, también estuvieron bien en Alpine.

Incluso Alonso se permitió el lujo de sugerir ir a dos paradas y no una, como hizo Verstappen, pero desde el equipo prefirieron ser un poco más conservadores. El octavo puesto con el que remataron la carrera de casa desde el lado de Alonso les permite sumar cuatro puntos más, ya que Esteban Ocon en ningún momento mostró competitividad. Los problemas de 'graining' afectaron a algunos corredores, especialmente de la zona media-baja, y el francés fue uno de ellos. Acabó en una pobre decimocuarta posición.

Peor fue lo ocurrido en Ferrari. Una mala estrategia no salvó los muebles ni de Carlos Sainz ni de Charles Leclerc, que una vez más padecieron una degradación mucho mayor de lo que esperaban. En el muro intentaron primar al monegasco haciéndole parar antes, lo que ya lastró las opciones del madrileño, pero poco o nada pudieron hacer para pelear al final. Sainz, con el undécimo, se fue de Paul Ricard con cero puntos y un seria preocupación para los dos próximos compromisos, que se celebrarán en Austria a partir del mismo viernes.