Carlos Sainz pone a punto las Pirelli de 2022 en Jerez

El misterio envuelve a estas jornadas de test. Apenas un par de tuits de Pirelli en los que ni siquiera se muestran imágenes del coche completo, sino sólo de un detalle, y unos pocos datos que son los que resuelven la papeleta informativa, dado que se están celebrando a puerta cerrada en el trazado gaditano y con la presencia del personal justo e imprescindible para evitar filtraciones o chivatazos.

Lo que sí se ha confirmado es el programa del día. Si el lunes dedicaron la jornada a rodar en exclusiva con la pista mojada artificialmente para poder poner los neumáticos de 18 pulgadas intermedios, este martes han tenido que repartir la tarea: a primera hora se han usado estas ruedas para secar la pista y, conforme avanzó el día, pudieron poner los neumáticos de seco, aún en compuesto experimental, para obtener datos. Lo frío del asfalto, especialmente a primera hora con apenas 11ºC, no permitió hasta bien entrada la mañana rodar en condiciones óptimas y en tiempos razonables, aunque nada significativos.

Pirelli quería escuchar la opinión de Sainz, puesto que la ha podido poner en valor junto a la de Leclerc. Tanto el monegasco como el español ya sabían previamente lo que era rodar con estas nuevas ruedas, cuyo objetivo no es sólo que los monoplazas de la próxima temporada sean más atractivos visualmente, sino también más competitivos. Esta novedad unida a una nueva aerodinámica totalmente rediseñada quiere acabar con las carreras anodinas sin apenas adelantamientos que no se produzcan sin el DRS y que permitan que los coches puedan rodar mucho más juntos sin miedo a que el aire 'sucio' del defensor de la posición impida acercarse con seguridad al atacante.

Que Sainz esté rodando estos días con Ferrari y con Pirelli es un doble beneficio para ambos. Por un lado, el piloto aporta algunos datos que se trajo de McLaren, algunas formas de trabajar que pueden venir bien para intentar ayudar en la resurrección de la Scuderia. Ya lo hizo en Woking, y va a intentar repetir en Maranello.

Pero sobre todo quien debe aprender es él mismo. Sainz afronta en 2021 su séptima temporada en Fórmula 1 con su tercer equipo diferente y ya se ha habituado a readaptar su manera de trabajo en los distintos sitios en los que ha estado: poco tiene que ver el método de Toro Rosso con el de Renault y con el de McLaren. Bajo la batuta de Riccardo Adami, que hereda el madrileño del equipo de Sebastian Vettel, Sainz debe aprender a comunicarse a la perfección con ellos.

Una de las grandes virtudes del español es su obsesiva precisión técnica. En ese sentido tiene mucho que agradecerle a su legendario padre, que desde que empezó en el karting le metió en la cabeza eso de interesarse no sólo por ir rápido sino por entender por qué y cómo podía mejorar. Ese es un factor que no tienen otros pilotos. Aún hoy en Ferrari los hay que tuercen el morro cuando recuerdan las insípidas explicaciones de Kimi Raikkonen cuando realizaban test de este tipo, aunque le tienen que agradecer que sigue siendo el último campeón del mundo vestido de rojo.

La aportación técnica de Sainz también es idónea para trasladar a los responsables de Pirelli, que ya en el pasado mostraron su conformidad con la labor y los datos que facilitaba el madrileño. Quizá ahora no se vea, pero todas las partes (Ferrari, Sainz y Pirelli) están sembrando en estos test lo que puede ser un gran salto de calidad en un futuro. No en vano, en palabras de los responsables de la propia Fórmula 1 (cuyo mando está ahora en manos de un hombre Ferrari, Stefano Domenicali), una Ferrari fuerte es buena para la competición.