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Feliz pero con un punto de rabia porque se veía peleando por el podio. Adel Mechaal ha recuperado en estos Juegos su mejor versión en el 1.500. Después de pasar un año complicado por problemas familiares, su paso por Tokio ha sido una enorme ... dosis de confianza para un atleta que ahora sabe que puede ser competitivo a grandes ritmos tras su marca personal de 3.30.77. «Esto me da muchas esperanzas para el Europeo y el Mundial», afirma.
¿Qué lectura hace de esta final y este quinto puesto?
Creo que es un gran resultado, lo que pasa que a falta de 250 metros me veía capaz de pelear por las medallas, porque hemos pasado muy rápido, hemos pasado a 2.20 el mil, y creía que Kerr y Kipsang podían pagar el esfuerzo. Pero ha sido una carrera magnífica. De nuevo he hecho marca personal en una burrada de carrera y estoy orgulloso de haber podido participar en una final olímpica así. Este resultado es motivo de esperanza para lo que queda de temporada y de cara a la temporada que viene. Volver al 1.500 a este nivel es motivo de estar contento y trataré de estar en el Mundial de Eugene peleando por una medalla.
Este resultado llega después de un año complicado para usted por la pandemia.
El balance es que el atletismo me hace feliz. Estar aquí, con el equipo español, me da mucha esperanza y alegría. Ha sido una época complicada porque mi madre está en el hospital y no están permitidas las visitas por la pandemia. La situación personal ha sido muy dura y como yo suelo decir, un corredor feliz es un corredor rápido. Para estar aquí en los Juegos, para afrontar los entrenamientos duros y lograr llegar a una final olímpica no puedes estar triste, apático, amargado y con lágrimas en los ojos. Así no puedes entrenar para preparar unos Juegos. La cabeza no está en su sitio y es muy duro. No estuve en los mítines porque no tenía la motivación y la felicidad para competir, pero ahora ya se ha visto que las cosas van mucho mejor.
Y este resultado le ha demostrado de lo que es capaz si está bien.
La única pega que he tenido ha sido no poder haber competido un poco más antes de los Juegos para llegar con esa confianza necesaria de ver a los rivales correr a 3.30 y saber que yo también estoy aquí y soy capaz de hacerlo. No ha podido ser estar en las medallas, pero estoy feliz de volver a casa con este quinto puesto y no voy a bajar los brazos. Voy a seguir trabajando duro.
De donde estaba cuando llegó a Tokio y como sale, hay una notable diferencia.
Me voy feliz. Ahora mismo quizá no lo valore a tope ese quinto porque tenía esa esperanza de cazarlos, pero he estado muy cerca, he peleado hasta el final y es un motivo de esperanza. Y como dices, yo llegaba aquí con una marca discretísima esta temporada, 3.46, y me voy con 3.30, así que feliz y esperanzado de cara al futuro.
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Y por fin ha salido esa marca que muchos decían que Adel Mechaal valía en 1.500 metros.
Sí, yo soy un atleta polivalente, que puedo correr cross, pista, ruta, diferentes distancias... pero siempre se ha dicho que si yo me centrara en el 1.500 valdría un 3.29 o un 28, y creo que lo he demostrado. He estado un año preparando el 1.500 y me he puesto en 3.30 y quinto en los Juegos, cuando hace pocos meses estaba corriendo el Mundial de medio maratón. Me gusta correr de todo, es lo que me hace feliz, pero ahora tengo un objetivo, que es preparar el Mundial de Eugene y el Europeo, las dos grandes citas que tenemos en 2022.
Ha tomado parte de una final histórica.
Cuatro atletas han bajado de 3.30, se ha hecho récord de Europa y se hubiera batido el del mundo en caso de haber liebres... Estar quinto en la mejor carrera de la historia de los Juegos es un motivo de orgullo. Siento rabia por dentro, pero he estado ahí.
¿Qué ha pensado cuando ha visto que se ponían a tirar Ingebrigtsen y Cheruiyo?
A la salida del cien iba con Jakob, ha pedido paso y cuando le he visto enfilar hacia la cabeza he tenido claro que iba a ser una carrera rápida, que había que estar preparado.
¿Esta carrera supone para Mechaal una reivindicación personal?
Bueno, nunca me he ido, solo que corrí medio maratón y otras distancias. El 1.500 me gusta, pero cuando son carreras tácticas lo odio, cuando son como esta final de los Juegos y gana el que corre más, me apunto, pero en carreras tácticas a mí me frustra preparar tanto y que luego por falta de velocidad, por un codazo, por un error de colocación... se vaya por la borda todo el trabajo. Es duro, pero tengo que seguir trabajando para ser competitivo en todas las situaciones de carrera, lentas y rápidas.
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