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Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid, dirige a sus jugadores en el primer asalto de la Supercopa. Afp
Zidane, de 'alineador' a estratega
Supercopa de España

Zidane, de 'alineador' a estratega

La lección táctica del marsellés ante el Valencia en la primera semifinal de la Supercopa, donde sorprendió con cinco centrocampistas, evidencia que no es sólo un gestor de jugadores

Ignacio Tylko

Madrid

Jueves, 9 de enero 2020, 17:49

El Valencia fue una caricatura Yeda y el camino para el paseo blanco lo abrió un error garrafal del portero Jaume Doménech, aprovechado con maestría por Toni Kross para dibujar un gol olímpico, pero la exhibición coral del Real Madrid en la primera ... semifinal de la Supercopa reivindicó el papel de Zinedine Zidane como estratega. El técnico francés ha desterrado esa cantinela de que sólo era un 'alineador', un mero gestor de jugadores, sin cintura táctica. En esta segunda etapa al frente del club más exigente del mundo, Zizou se ha empeñado en demostrar que el encanto sus tres Champions tapó varias de sus virtudes.

Ausentes Gareth Bale y sobre todo Karim Benzema, Zidane sorprendió a todos en Arabia Saudí, sobre todo a Albert Celades, el técnico rival, con cinco centrocampistas en el equipo titular. Un recurso más de un entrenador que ha mutado desde aquella máxima de que la BBC era intocable, cuando estaba Cristiano Ronaldo y Gareth Bale se encontraba apto. Pero en cuanto el galés decreció, a Zizou se le ocurrió darle más empaque a la zona de creación y equilibrio con cuatro centrocampistas. Los ejemplos de las finales de Cardiff y Kiev son los mejores exponentes del 4-4-2, con Isco en lugar del 'Expreso de Cardiff'.

«La idea de colocar a Isco y Modric ante el Valencia un poco más adelantados para dejar más espacio a los laterales salió bien», confesó el preparador marsellés tras el 3-1 del miércoles. Dibujó un 4-3-2-1, el mismo esquema que Carlo Ancelotti bautizó como «arbol de Navidad» y que empleó, con Seedorf y Kaka por detrás del Pippo Inzaghi, para ganar su segunda Champions en 2007, la venganza del Milan frente al Liverpool de Rafa Benítez en Atenas. Carletto, con el que trabajó de segundo en el Real Madrid, ha ejercido una influencia enorme en Zidane.

Isco ha vuelto

Además de tener la pelota casi el 62% del tiempo ante el Valencia, Zidane desactivó y desesperó a Dani Parejo, que se desgastó corriendo detrás de Kroos, Modric e Isco, con el croata y el malagueño reconvertidos en segundos puntas. Con más socios cerca, Isco logró 96 pases buenos, su récord. Y el veterano Modric, al que Zizou tiene que dosificar a sus 34 años, brilló en esa demarcación más avanzada. Como si quisiera cerrar el círculo y emular al Luka de sus primeros tiempos en el Tottenham.

La semifinal de la Supercopa también permitió a los blancos recuperar para la causa a Marcelo, James y hasta Mariano, que en pleno enero disfrutó de sus primeros minutos de la temporada. Magnífico estuvo también el equipo en la presión tras pérdida, ya que robó 21 balones más que los valencianistas. Faltó la guinda de un gol de Jovic, que sigue negado aunque el Zidane más psicólogo le augura en público un gran futuro como artillero merengue y recuerda que es un joven que acaba de cumplir 22 años.

Este Real Madrid sinfónico, que salvando las distancias recordó con ese rondo infinito en el centro del campo y la presión alta a algunos pasajes del Barça de Pep Guardiola o la España de Vicente del Bosque, aún no ha ganado nada, está por detrás del Barça en Liga y se tiene que medir al Manchester City en octavos de la Champions, pero se muestra solvente. Nada que ver con ese equipo deshilachado y de actitud reprochable que perdió en Mallorca, el pasado 19 de octubre. Desde que apareció la sombra alargada de José Mourinho, el Madrid encadena 15 partidos sin perder.

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