Una Francia más vertical pero con menos hormigón que en Rusia

El cambio de piel respecto a 2018 volvió a ponerse de manifiesto en la semifinal ante Bélgica celebrada el jueves en el Juventus Stadium. Los 'bleus' comparecieron con tres centrales y dos carrileros frente a los 'diablos rojos', que desbordaron en dos acciones individuales de mucho mérito protagonizadas por Carrasco y Lukaku a una zaga todavía en fase de experimentación. Pero subieron líneas en la segunda parte y destaparon el tarro de las esencias para sojuzgar al combinado de Roberto Martínez con un fútbol trepidante que asfixió a su adversario. Fue el momento que tanto esperaba un ataque colosal que amenazará a España en San Siro.

Está claro que, como destacó este viernes Mikel Oyarzabal en rueda de prensa, a La Roja no le interesa un partido de ida y vuelta. Porque en el vértigo lucen como nunca las mejores cualidades de Kylian Mbappé, un portento que a la carrera resulta prácticamente incontenible. También las de Karim Benzema, cuya rapidez mental es incluso superior a la electricidad de las piernas del prodigio de Bondy. E incluso las de Antoine Griezmann, al que Deschamps ha retrasado unos metros para ejercer de conector entre el centro del campo y una delantera mortal.

Más información

Oyarzabal, sobre Francia: «No hay que tener miedo a nada»

Óscar Bellot

Francia se cita con España tras una remontada de locura

Óscar Bellot

España ajusta cuentas con la campeona de Europa

Óscar Bellot

Luis Enrique tapa bocas siendo fiel a sus principios

Óscar Bellot

El reverso de ese subidón ofensivo es la vulnerabilidad defensiva que viene penalizando a Francia en los últimos tiempos. La zaga no está adaptada todavía al cambio arquitectónico de Deschamps. Frente a Bélgica, además, los 'bleus' extrañaron mucho a N'Golo Kanté, un superdotado que, como dijo Axel Witsel en la previa del choque con Bélgica, parece tener «seis pulmones y treinta y seis piernas» por el espacio que cubre, pero que no ha podido estar en la 'final four' de la Liga de Naciones a causa de su positivo por coronavirus.

El centrocampista del Chelsea conformó una dupla llena de músculo con Pogba en el Mundial de Rusia. Un torneo que Francia se adjudicó dejando su portería a cero en cuatro de los siete partidos que disputó. Pero en la reciente Eurocopa multisede solo logró echar el candado a la portería de Hugo Lloris en su estreno contra Alemania y ha encajado diez goles en los siete encuentros posteriores a ese duelo con los germanos. Una estadística alentadora para España.