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El entrenador del Mirandés, Alessio Lisci, recordó las complicaciones de la categoría como la circunstancia de encadenar tres meses de sequía goleadora a domicilio: «Si llevas siete partidos sin marcar fuera de casa, algo pasa. El balón, tarde o temprano, entrará. El objetivo del Mirandés ... es salvarse. Si nos salvamos en la última jornada, vamos a estar todos felices».
«Mis jugadores tienen un gran mérito, pero algunas piezas del mercado de invierno como Mendes todavía deben ajustarse. Hicimos un buen partido contra el Espanyol. Estuvimos muy cómodos y muy tranquilos hasta el segundo gol. Si la ocasión de Gabri llegase a entrar, estaríamos hablando de otro partido», relató el italiano.
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Por último, Lisci habló de la igualdad de la categoría: «Las claves son la continuidad y los detalles. La Segunda División es muy complicada, incluso para los recién descendidos como el Espanyol, ya que la gente piensa que se van a pasear y a ganar la Liga».
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