Un gol de Tomeo desata la felicidad en Anduva

El Mirandés fue superior al Huesca en la primera mitad y encontró la recompensa del gol en una acción de estrategia a través de Tomeo. En el segundo tiempo, el conjunto jabato apenas sufrió ante un Huesca que monopolizó la posesión, pero que solamente tuvo una oportunidad de gol en todo el encuentro. El equipo jabato suma diez puntos de los doce posibles en Anduva, donde mantiene su portería a cero.

Arrancó el partido y el cuadro mirandesista empezó con una loable declaración de intenciones. Los pupilos de Alessio Lisci gozaron de posesiones muy largas en los primeros compases del partido, que provocó que el Huesca se defendiese en un bloque bajo. La primera oportunidad del equipo jabato llegó en el minuto seis tras recuperar la pelota en tres cuartos de campo. Después de una jugada combinada, Joel Roca remató completamente solo desde la frontal del área, pero su zurdazo se marchó desviado.

La superioridad del Mirandés se mantuvo durante todo el primer tiempo. El conjunto de Alessio Lisci controló la posesión de la pelota y tuvo el dominio del partido, pero solo le faltó algo más de puntería en los metros finales. Por su parte, los pupilos de Antonio Hidalgo prácticamente no generaron ningún acercamiento antes del intermedio. Tan solo un centro lateral en el que cayó Joaquín en el segundo palo y el extremo pidió penalti. Sin embargo, Ávalos Barrera, con buen criterio, no lo indicó. Además, Raúl fue un mero espectador en la primera mitad, ya que el equipo oscense no remató a puerta.

En el tramo final del primer tiempo, el Mirandés generó superioridades con las conducciones de Reina. Panichelli remató fuera una oportunidad a poco más de diez minutos para el descanso. Fue la antesala del 1-0, originado a través de la pelota parada. Una falta lateral de Gorrotxategi que despejó mal Blasco la aprovechó en el segundo palo Tomeo para hacer el gol que acabó sellando la victoria. Al borde del descanso, en el sexto córner del partido a favor del equipo jabato, apareció Dani Jiménez para negarle el tanto a Tachi en un testarazo.

El segundo tiempo fue completamente diferente. Los hombres de Antonio Hidalgo dispusieron de la oportunidad más clara de gol nada más comenzar reanudarse el juego, en un testarazo de Kortajarena que despejó Raúl, en la única intervención que tuvo que hacer el meta bilbaíno en todo el partido.

El guion del segundo tiempo fue muy diferente al del primero, ya que el Huesca manejó la posesión y dominó territorialmente el encuentro, pero el conjunto de Lisci, en un gran esfuerzo de solidaridad defensiva, apenas le dejó huecos. El Mirandés pudo sentenciar el partido al contragolpe, en una internada por la banda derecha de Rincón que quedó en nada por la intervención de Loureiro casi sobre la línea de gol.

Los tres puntos, tras la derrota en Elche, mantienen al conjunto rojillo en la zona noble de la tabla.

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