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Cuando pensaba que la Liga se escapaba tras sumar dos empates en las tres últimas jornadas, el Real Madrid se encontró con un regalo inesperado. La derrota del Barça ante el Granada en el partido aplazado que tenían los azulgranas ha repartido a los ... blancos buenos naipes para envidar por el título. Un empate o una derrota del Atlético frente al conjunto que entrena Ronald Koeman en el duelo que medirá la próxima semana en el Camp Nou al primero con el tercero del campeonato permitiría al cuadro de Zinedine Zidane depender de sí mismo para revalidar el trofeo que conquistó el pasado curso, siempre y cuando los tres principales aspirantes, a los que hay que sumar a un Sevilla pletórico, superen este fin de semana con la parrilla intacta. Tal disposición implica que el conjunto de Chamartín doblegue a Osasuna en un encuentro que está condicionado por la visita del miércoles a Stamford Bridge, donde se resolverá la eliminatoria de semifinales de la Champions frente al Chelsea, tras el 1-1 registrado en el Alfredo Di Stéfano.
El pleito con la escuadra 'blue' en Valdebebas volvió a denotar el enorme cansancio que acumulan los grandes peloteros del Real Madrid, derrengados por la suma de kilómetros en una temporada en la que el incesante azote de las lesiones y el coronavirus ha obligado a Zidane a rotar menos de lo habitual. La fatiga de Casemiro, Kroos o Modric, todos ellos por encima de los tres mil minutos, fue más que palpable y permitió a los atletas del Chelsea campar a sus anchas durante una media hora inicial de sufrimiento extremo. La falta de puntería de la tropa de Thomas Tuchel, una nueva actuación determinante de Courtois y la sempiterna rebelión de Benzema salvaron a los blancos y mantuvieron enhiestas sus esperanzas de estar en la final de Estambul. Pero el depósito permanece bajo mínimos y el técnico marsellés debe administrar esfuerzos para que sus pretorianos recarguen baterías de cara al asalto londinense.
No es fácil ponderar entre dos premios tan suculentos, máxime teniendo en cuenta que Zidane ha prometido dar batalla por ambos hasta el final. Pero hace tiempo que un testigo alerta de la posible rotura del motor y conviene al menos una puesta a punto, so pena de accidente fatal.
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Pese a ello, Zidane aseguró que confeccionará «el mejor equipo» para confrontar a Osasuna, incidiendo en los riesgos de desviar la atención de lo inmediato para focalizarse en el Chelsea. «No puedes pensar en el partido del miércoles antes que en el de mañana. Tenemos que hacerlo bien y solo pensar en ese partido. Así funciona el fútbol. Si piensas de otra manera es muy complicado y no llegas a todo», aseveró un entrenador que auguró una Liga «muy complicada» hasta el final y dijo no alegrarse por los pinchazos de los rivales, aunque a nadie le cabe duda de que el patinazo del Barça le ha venido que ni pintado.
Acostumbrado a cambiar de piel en función de los partes que emanan de la enfermería, Zidane acude al duelo con los rojillos con más malas que buenas noticias. Pese a llevar dos días entrenando con el grupo una vez superada su lesión muscular y el coronavirus, Sergio Ramos se quedó fuera de una lista con tres 'mirlos' -Miguel Gutiérrez, Antonio Blanco y Sergio Arribas-, lo que complica sus opciones de tener peso en el envite contra el Chelsea. Sí figura Hazard, que tras salir en la recta final frente a Betis y 'blues' necesita llenarse de confianza a fin de reservar silla para la cena de gala con su exequipo. El belga será titular en un tridente que completan Vinicius y Benzema, otros dos que andan muy justos de fuerzas. Son bajas Carvajal, Lucas Vázquez, Mendy y Valverde, además del capitán, lo que obliga a agitar la zaga.
No tiene esos problemas Jagoba Arrasate. El preparador de Berriatúa refrescó a varias de sus piezas más importantes el pasado fin de semana ante el Celta, partido en el que el cuadro celeste quebró una racha de tres triunfos consecutivos de los rojillos. Solo tiene las ausencias del portero suplente, Rubén Martínez, y del delantero Calleri. La escuadra navarra no gana a domicilio al Real Madrid desde abril de 2004 y sucumbió en sus diez últimas visitas al Santiago Bernabéu, pero en su primera presencia en el Alfredo Di Stéfano tratará de arañar a los blancos como ya hiciera en la primera vuelta en El Sadar, donde firmó tablas en un choque marcado por el mal estado del campo merced a los estragos causados por la borrasca 'Filomena'.
Durante 75 minutos, el Real Madrid volvió a caminar sobre arenas movedizas. Lastrado por su falta de colmillo ante un hueso duro de roer como suele ser Osasuna, el equipo de Zinedine Zidane
Un gol de
Con la resolución de las semifinales de la Champions a la vuelta de la esquina y metido de lleno en la pelea por la Liga, Zidane tuvo que hacer equilibrios en su once. Introdujo cuatro variantes respecto al duelo frente al Chelsea en Valdebebas. Dio respiro a unos
Real Madrid
Courtois, Odriozola, Militao, Varane (Nacho, min. 46), Marcelo (Miguel Gutiérrez, min. 64), Casemiro, Blanco, Asensio (Arribas, min. 83), Vinicius (Rodrygo, min. 64), Benzema y Hazard (Isco, min. 72)
2
-
0
Osasuna
Sergio Herrera, Nacho Vidal, Aridane, David García, Manu Sánchez, Javi Martínez (Brasanac, min. 64), Torró (Jony, min. 85), Moncayola, Rubén García (Adrián López, min. 81), Roberto Torres y Chimy Ávila (Budimir, min. 64)
Goles: 1-0: min. 75, Militao. 2-0: min. 80, Casemiro
Árbitro: Cuadra Fernández (Comité Balear). Amonestó a Javi Martínez
Incidencias: Partido de la jornada 34 de Liga, disputado en el Alfredo Di Stéfano a puerta cerrada
Solo tres rojillos repitieron respecto al bloque que dispuso de salida Arrasate la pasada semana en la derrota contra el Celta. La principal sorpresa fue la entrada del
Estaba obligado a ganar el Real Madrid tras el
El guardameta de Osasuna tuvo que multiplicarse para sostener a su equipo, exigido también por un par de frentazos
El batallón blanco vivió muy cómodo durante el primer acto, salvo por una
Suelen
Con el prometedor canterano y el extremo paulista ya sobre el verde, el Real Madrid ordenó zafarrancho de combate. Osasuna fue la primera víctima de Rodrygo en partido oficial con la casa blanca, cuando le marcó al conjunto rojillo nada más salir al Santiago Bernabéu tras un extraordinario control el pasado curso. A punto estuvo de replicar aquel impacto inmediato en el Di Stéfano con un
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