El Barça mantiene el pulso por la Liga

«Hay que tratar de ganar para romper un poco la dinámica negativa que tenemos fuera de casa desde hace tiempo. El otro día dimos un paso, hemos crecido, pero tristemente el resultado no acompañó. El equipo estuvo mucho mejor que en partido anteriores y tuvo más continuidad. Esperamos que los síntomas de mejoría los ratifiquemos en un campo tan difícil como es el Villamarín», comentó Quique Setién, quien vuelve a Sevilla para enfrentarse al equipo que dirigió las dos últimas temporadas, llevándolo a Europa en el primer curso, pero con un final triste en el segundo hasta el punto de que podría ser silbado: «Pasé dos años maravillosos en el Betis, sólo tengo palabras de agradecimiento por lo que ayudó a mi crecimiento. Es cierto que los últimos meses fueron duros, esa fue la impresión desde fuera, pero yo no le guardo ningún rencor a nadie y me quedo con lo bueno, con el día a día y con los amigos que dejé. Me fui satisfecho porque sé en la situación en la que estaba el Betis cuando llegué y en la que lo dejé cuando me fui».

El entrenador tiene cuatro bajas en una plantilla con sólo 18 fichas del primer equipo: el sancionado Piqué y los lesionados Luis Suárez, Dembélé y Neto. Ansu Fati, ya fijo incluso en el once titular, el portero Iñaki Peña, el central Araujo y el centrocampista Riqui Puig fueron los elegidos del filial para completar la lista. Setién, que tendrá que alinear a dos centrales zurdos (Umtiti y Lenglet), no ocultó que está esperando el fichaje de un delantero: «Es obvio que necesitamos un delantero. Si es posible, queremos que sea un jugador todo lo versátil que pueda darse. No es fácil. Ahora mismo el mercado está como está. Es verdad que primero nos tiene que autorizar la Federación para que esto pueda pasar. Tenemos unos cuantos nombres. Luego hay otros condicionantes a valorar y tener en cuenta. En muchos casos no depende de mí, sino de las circunstancias».

El Betis espera al Barça con varios exazulgranas en sus filas, como el cedido Aleñá, que será titular por la baja de Guardado, Bartra, Tello y hasta Álex Moreno, que pasó por el juvenil. Incluso Emerson es una propiedad compartida de Betis y Barça, que podría incorporarlo pagando su parte. Rubi, que perteneció al cuerpo técnico azulgrana del Tata Martino en la temporada 2013-14, espera un Barça con más ganas todavía de lo habitual: «Necesitamos la victoria, queremos la victoria sea quien sea el rival. Viene un gran equipo. La baja de Piqué o cualquier otra baja, como la de Luis Suárez, no debe ser tenida en cuenta. Ya tuvimos el aprendizaje en la ida, cuando le faltaba Messi y perdimos 5-2. No nos genera ningún tipo de exceso de confianza. Tienen grandes futbolistas, vendrán enfadados por no haber pasado la eliminatoria de Copa, pero en casa estamos muy fuertes y estamos convencidos de que puede ser el día para ganarle el Barça».

Era una necesidad imperiosa la de ganar en el Benito Villamarín. No sólo por la obligación de puntuar de tres tras la victoria del líder horas antes, sino por la urgencia de recuperar algo de ánimo tras el varapalo copero del jueves ante el Athletic. El Barça tenía que imponerse al Betis y lo hizo merced a un

Ya se palpaba en el ambiente que el del Benito Villamarían olía a partido grande. Se medían

No defraudó a nadie el choque entre el Betis y el Barcelona. Antes del descanso ya se habían visto cuatro goles y un gran número de enormes jugadas por ambas partes. Especialmente

Tenía en jaque al rival, los hombres de Quique Setién también bailaban al sol del franco-argelino. Las dos primeras que tuvo acabaron en gol para el conjunto verdiblanco. Provocando primero un

Se repuso el Barça mejor al primero de los goles que al segundo. Apenas tres minutos después del primero de ellos, Messi volvía a sacar su zurda a pasear para dejar franco a

El partido estuvo abierto durante todo el tiempo. Era tan fácil ver llegar al Betis con cierta solvencia que al Barça triangular con comodidad. Si bien,

Era alta la presión y el Barcelona ya no salía con comodidad. Messi apenas entraba en juego y eso siempre lo sufre el equipo. Muchas eran las bajas y no era un partido sencillo para los de Setién.

Para colmo, a Setién le daba un ataque de entrenador y le daba la banda a Junior y ponía a

Sufría el Barcelona con Fekir desatado, pero una última jugada en los estertores del primer tiempo permitían a Busquets sacar petróleo en el área pequeña.

Puestas las cartas sobre el tapete, el duelo se reiniciaba como empezó, en tablas, pero con muchas de las vías de escape marcadas por ambos entrenadores.

Fue mejor la salida del Barça tras el respiro y Messi buscaría con ahínco la meta de Joel. Pero como le pasara en San Mamés, el argentino se desesperaba sin gol. Hasta en dos ocasiones privaría del gol el meta bético al astro argentino. Muchos son los minutos ya del 10 sin ver puerta y, huelga decirlo, eso lo nota en exceso el equipo.

Conforme bajaba el ritmo y la capacidad de Fekir para el equipo de Rubi, sobresalía la figura del portero madrileño que mantenía a Messi a raya y a los suyos en el duelo. Lejos estaba el Betis de la versión del primer tiempo y el Barcelona se había volcado ya en la portería rival. Messi no estaba acertado ante Joel, pero sí para ver a sus compañeros. Aprovechó

Su enorme acierto lo emborronaría minutos después con su segunda amarilla. El central

En igualdad numérica y con el partido roto por el cansancio, el gol podía llegar de cualquier lado, aunque fue el Barça el que más cerca lo tuvo ante el enorme bajón que dieron los locales. Si bien, fue el