P. RÍOS
BARCELONA
Lunes, 6 de julio 2020, 13:05
«Necesitábamos un partido así mucho antes, ahora se trata de intentar ganar los cuatro partidos que nos quedan, a ver qué pasa, de mejorar sensaciones y de intentar reforzarnos a nosotros mismos pensando ya en la Liga de Campeones». La frase de Quique Setién ... al término del Villarreal-Barça, el mejor encuentro de su equipo durante su etapa en el banquillo azulgrana no sólo por el 1-4 sino también por el juego, sonó a un adiós a la Liga, consciente de que es casi imposible que falle el Real Madrid, con cuatro puntos de ventaja cuando quedan doce en juego, y con la carta del 'goal average' particular favorable en caso de empate.
Publicidad
La imagen de solvencia a domicilio del Barça ha llegado tarde, si es que se confirma en próximos desplazamientos y no ha sido un espejismo. Se ha retrasado tanto como el acierto del técnico cántabro en dar con la tecla para alinear juntos a Messi, Luis Suárez y Griezmann. No parecía tan complicado probar el 4-2-3-1 utilizado en el Estadio de la Cerámica, con muy buena predisposición del argentino, del uruguayo y del francés para compenetrar sus movimientos. El sistema táctico, ninguna revolución del otro mundo, dormía en un baúl bajo llave como si fuese una amenaza abrirlo para darle la vida. Quizás necesitaba de la presencia de un interior-extremo como Sergi Roberto, con energía para romper líneas y dar dinamismo al dibujo, pero las necesidades de una plantilla corta le tenían atado en el lateral derecho.
Despertó Griezmann después de 130 días sin gol, ocho partidos en los que incluso vivió tres suplencias. Y lo hizo con una vaselina de crack tras taconazo de Messi y un abrazo que desmonta la teoría de que no tienen una buena relación. La reacción del francés, con su noveno gol en la Liga y decimoquinto del curso, también es tardía, como esa buena sintonía con el '10' si es que alguna vez no la hubo y todo fue fruto de un mal funcionamiento colectivo. Y con Luis Suárez, que con su gol 194 ya está en el 'Top 3', empatado con Kubala, de los máximos goleadores en la historia del club por detrás de Messi y César.
Noticia Relacionada
Y también salió tarde de la cueva Josep Maria Bartomeu, presidente del club, a quien ya hace un par de semanas que los barcelonistas le pedían que criticara esas interpretaciones del VAR, diferentes en todos los campos, incluso en jugadas similares de los mismos partidos, pero que en esta 'mini-Liga' de once jornadas tras el confinamiento por el coronavirus siempre han acabado sacando de apuros al Real Madrid. No importa que analizando las jugadas por un microscopio puede que al final todas las decisiones que han ayudado al Madrid sean justas. Lo sorprendente es que los otros 19 equipos tienen motivos para quejarse en un momento u otro. El líder, no. «El VAR no ha sido equitativo y parece que favorece siempre al mismo equipo», dijo Bartomeu, populista como pocos, consciente de que el culé pedía una declaración así en las redes sociales. Tampoco le valdrá para ganarse su cariño en general, pues también creen que llega tarde. La Liga ya se escapó salvo milagro.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.