Las dudas del Barça también llegan al Camp Nou

Ter Stegen fue el mejor en Dortmund (0-0 y penalti parado a Reus) y Praga (milagroso 1-2). Y el Inter dio un baño sin premio al Barça en el Camp Nou (2-1) con remontada a la heroica. Luis Suárez, protagonista aquel día con su doblete, será baja este martes por lesión muscular en un horario vespertino nada habitual: 18.55 horas. Le sustituirá Dembélé. Ansu Fati está preparado como alternativa.

El Camp Nou sí parece garantía de éxito para un Barça horrible a domicilio, como quedó claro el sábado en el Ciutat de València ante el Levante (3-1), pero la pobre imagen penalizó poco y la escuadra culé sigue líder, eso sí, empatada con la Real Sociedad. Pese a todo, la afición no está contenta y habrá que ver cómo reacciona. Sin embargo, el horario presagia un ambiente turístico y nada crítico. Al Slavia no sólo le da alas su gran partido hace dos semanas ante el Barça en Chequia. También impresionó en San Siro arrancando un 1-1 al Inter con gol de Olayinka y empate afortunado en el 92' del equipo italiano.

«Estamos más obligados, para quitarnos ese lastre de la derrota del otro día, pero siempre respetando al contrario», manifestó Valverde, intuyendo «un partido parecido a la ida y parecido al que jugó el Slavia en casa del Inter. Estuvieron a punto de ganar ahí e hicieron un gran partido contra Dortmund y nosotros. Es un rival con despliegue físico y muchas llegadas». El técnico admitió en lo personal que «ya sabemos cómo es eso, el entrenador es el responsable del equipo y del grupo y cuando se pierde se mira al entrenador. Es así, lo asumo. Es verdad que el otro día la primera vez que nos lanzaron nos hicieron gol y la segunda, otra vez. Pero no estuvimos bien en cuanto a nuestro juego, no teníamos la pelota para paliarlo. Tenemos que mejorar».

Jindrich Trpisovsky, entrenador del Slavia de Praga, prometió valentía: «Para hacer algo positivo no podemos perder la valentía, tenemos que jugar como en casa, pero sin cometer errores defensivos porque en Praga lo pagamos caro». Tiene la baja respecto a la ida del central Hovorka, que se rompió la rodilla y dijo adiós a la temporada.

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Los azulgrana revivieron en un tramo largo de la primera parte todos los fantasmas de la República Checa, personificados en la figura de Olayinka, una pesadilla para los pupilos de Valverde capaz de cargar a Piqué y a Jordi Alba sendas amarillas. Sin noticias de Messi, asfixiado por la presión alta del Slavia, el Barça no hallaba manera alguna de abrir el cerrojo. Sólo la velocidad de Semedo por la banda derecha daba alguna sensación de peligro. A través de una falta forzada por el portugués surgió la primera posibilidad de que el '10' azulgrana acariciase por primera vez su querida pelota, extrañamente esquiva en los primeros minutos, incluso tras una buena pared entre Griezmann y Alba y el pase del lateral izquierdo que acabó en remate a las nubes del argentino.

El Slavia seguía dando sensación de poder hacer daño a través de su

No obstante, con el descanso a la vuelta de la esquina el Barça empujó a los checos hacia su área. Kolár evitó el gol de Messi, pero Boril puso el corazón en un puño al respetable azulgrana con un tanto bajo la bocina bien anulado por fuera de juego. Tras el descanso, el Slavia confirmó su paso atrás y permitió al Barça hacerse

El partido fue cayendo en la monotonía. Ni el Barça parecía capaz de subir una marcha a su juego lento ni los checos veían con mala cara un empate histórico en el Camp Nou, otra gesta que añadir a la igualada que ya forzaron en San Siro ante el Inter. Los minutos pasaban, cada vez a mayor velocidad, y Valverde se arrojaba a los brazos del defenestrado