Alemania, Francia y Portugal se citan en el grupo de la muerte

La vigente campeona del mundo, de apabullante poderío físico y calidad a raudales que conquistó la gloria en el Luzhniki moscovita, desafiará a los germanos, que salieron escaldados de tierras de los antiguos zares en la peor actuación en décadas de una selección fiable como pocas. Embarcada en un relevo generacional todavía a medio camino por el respeto de Löw a la 'guardia de corps' que amarró el cetro planetario en Brasil 2014, personificado el mantenimiento de Manuel Neuer bajo palos pese a las crecientes voces que reclaman la titularidad de Marc-André ter Stegen, la 'Mannschaft', en la que piden paso jóvenes talentos como Sèrge Gnabry, Leon Goretzka o Kai Havertz mientras Toni Kroos retiene el bastón de mando con borceguí de seda, tendrá una prueba de fuego para calibrar sus credenciales en el duelo con los 'bleus', que dominan el balance en enfrenamientos entre ambas selecciones con catorce victorias por las nueve de la 'Mannschaft' y ocho empates en 31 choques.

Por si no fuera poca pimienta, el grupo F contará también con la defensora del título. La Portugal de Cristiano Ronaldo, coronada hace tres años en Saint-Denis, reeditará aquella final con los 'bleus' que decantó un gol de Éder, héroe inesperado que agregó épica a un pleito en el que las 'quinas' hubieron de sobreponerse a la caída en combate de su megaestrella. Aquel fue uno de los seis triunfos, de lejos el más importante, de los lusos ante el combinado francés, que domina de calle el pulso con 18 triunfos y un empate.

El ganador de la ruta A de la repesca, en la que andan implicados Rumanía, Islandia, Bulgaría o Hungría, completará a finales de marzo un grupo formidable que concitará buena parte del morbo en la primera fase merced al resultado de la rifa celebrada en un Romexpo de Bucarest que destiló fútbol por los cuatro costados. Once leyendas -el español Iker Casillas, el portugués Joao Mario, el alemán Philip Lahm, el danés John Sivebaek, el francés Marcel Desailly, el también luso Ricardo Carvalho, el griego Theo Zagorakis, el checo Karel Poborsky, el holandés Ruud Gullit, el italiano Francesco Totti y el ruso Andrey Arshavin- que aglutinaban ocho medallas de campeones y 109 partidos en fases finales ejercieron de manos inocentes en un sorteo volcánico para unos y clemente para otros como la selección española.

Si el grupo de Alemania echa fuego a poco más de medio año de que se inaugure el torneo en el Olímpico de Roma, la anfitriona de ese encuentro respira al eludir contrincantes de postín, con la imprevisible Turquía, la asequible Suiza y la Gales de Gareth Bale como contendientes de la 'Azzurra', a la que Roberto Mancini ha insuflado optimismo desde el banquillo y que firmo una impecable fase de clasificación con estrellas en auge como el romanista Nicolò Zaniolo.

En el grupo B la Bélgica de Eden Hazard, que aplicó también el rodillo en la fase de clasificación, se cruzará con Rusia y Dinamarca, dos de las anfitrionas, y Finlandia, que hizo historia al sellar por primera vez el pasaporte para la Eurocopa a mediados de noviembre.

Austria y Ucrania tamizarán en el grupo C las opciones de Holanda, de regreso a un convite de postín tras perderse la Eurocopa de 2016 y el Mundial de 2018. Ronald Koeman ha enderezado el rumbo de la 'oranje', que tendrá también un rival salido de la ruta D de la repesca, cuyo 'play-off' tiene a Georgia, Bielorrusia, Macedonia y Kosovo como aspirantes.

Inglaterra tendrá una oportunidad para vengar su eliminación a manos de Croacia en el Mundial de Rusia, al quedar emparejados los 'Three Lions' con el combinado ajedrezado en el grupo D, que contará con la República Checa más el ganador de la ruta C de la repesca, cuya pugna librarán Escocia, Israel, Noruega y Serbia.