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ignacio tylko
Madrid
Sábado, 30 de noviembre 2019, 20:42
El seleccionador español, Luis Enrique Martínez, se declaró satisfecho y se mostró optimista tras el sorteo de la Eurocopa 2020, pero tiró de manual para ser prudente y apelar a la cautela. «Aparentemente está bien», dijo el técnico asturiano antes de precisar ... que los entrenadores son «cagones porque saben que los partidos hay que ganarlos», y más en una fase final donde cada cita es determinante.
Tras saber que España jugará en Bilbao, en el marco del grupo E, junto a Polonia, Suecia y una selección procedente de la repesca, Luis Enrique se felicitó de haber evitado en la fase de grupos a adversarios tan poderosos como Francia y Portugal, que competirán junto a Alemania en el grupo de la muerte. «Al principio respiras, pero si hubiéramos pasado como primeros o segundos en un grupo como el F, sabes que no te enfrentas a esos equipos hasta una hipotética final».
Acerca de las opciones de La Roja en el torneo, el asturiano explicó: «No es que seamos los máximos candidatos al título sino que estamos en el grupo de favoritos. Si hay seis u ocho favoritos, uno de ellos es España. Después de lo que ha ganado la selección, a pesar de que en los dos últimos torneos hemos estado muy lejos..., hay que transmitir confianza a los jugadores».
Luis Enrique también fue cuestionado en Cuatro por el madridista Isco Alarcón y su posible regreso al equipo español: «No he visto el partido de este sábado contra el Alavés porque estaba de viaje, pero mi staff sigue todos los partidos y ya lo vi en el anterior partido ante el PSG. Cuantos más se sumen a la fiesta, más nos reímos».
Sobre el lugar de cocentración, anticipó el técnico español que se conocerá en breve y que a día de hoy se barajan las candidaturas del País Vasco, Cantabria y la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid), que gana enteros porque Luis Enrique considera que es la mejor instalación posible para concentrarse y entrenar. El mayor problema, sin embargo, el calor que puede hacer en esas fechas.
También tuvo que responder, de nuevo, a su divorcio con su excolaborador y examigo Robert Moreno, a quien durante su presentación tachó de «deseal» y de tener una «ambición desmedida». Al día siguiente, sin embargo, el catalán aseguró que su antiguo jefe ha sido injusto e insistió en que si él no hubiera aceptado relevarle en el banquillo español cuando tuvo que renunciar por la grave enfermedad de su hija, ahora habría otro seleccionador diferente a Luis Enrique. «No estoy aquí para jugar un partido de tenis o de pádel. Se me da bien el pádel, pero no suelo jugar», apuntó, sarcástico, el gijonés, desde el Palacio Romexpo de Bucarest.
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