España, obligada a la victoria para evitar temblores

El equipo afronta el choque con Polonia aferrado a su modelo de juego porque Luis Enrique no piensa cambiar ni una coma del plan con el que ha venido a la Eurocopa. Son escrituras sagradas para el seleccionador, de obligada lectura y asunción, quien puede mover piezas y alterar jerarquías, pero sus ideas futbolísticas permanecen inmutables. «No vamos a especular en ningún partido. Contemplamos dificultades y la posibilidad de que los encuentros se puedan torcer, pero tenemos muchísimas ganas de dar una alegría a la afición y a nosotros mismos. Así generaremos el optimismo necesario para que un equipo pueda conseguir resultados», dijo ayer el asturiano en La Cartuja, escenario de un choque susceptible de dar al equipo el pase a los octavos de final. La Roja necesita un triunfo tanto desde el punto de vista matemático como anímico, un impulso positivo que le haga soltarse y volar en el torneo.

Como es lógico, por aquello de quitar presión a sus hombres, el seleccionador descartó la conversión del duelo en una pequeña final. No quiere exceso de peso en las alforjas de los jugadores, sino hacer que se sientan libres y con confianza para dominar y reencontrarse con el gol. «Estamos en la segunda jornada, que siempre te deja la sensación de que todavía pueden ocurrir cosas. De los seis grupos pasan los cuatro mejores terceros -además de los dos primeros-. Nada se va a definir hasta el último partido», manifestó Luis Enrique, quien se felicitó por el regreso de Sergio Busquets. «Es un refuerzo importante para todos. Hablamos del capitán, quien tiene una relevancia dentro del equipo». Destacó que está en perfecto estado de revista -«los datos de su GPS son perfectos»-, aunque evitó aclarar si le dará minutos ante los polacos. Como suele ser habitual, tampoco quiso avanzar si introducirá cambios en el once. Un muro.

El caso es que después del empate contra Suecia, los principales centros de atención fueron básicamente dos: el mal estado del césped -Luis Enrique aseguró que «estará mejor» que el lunes- y los fallos de Álvaro Morata. Una vez más, el técnico se erigió en un dique de contención para proteger a su delantero. De hecho, y tras decir por la mañana que jugarían «Morata y diez más» para reforzar la «confianza» del punta, vino con los deberes hechos y acorazó al madrileño con números. «Hace muchísimas cosas bien en ataque y defensa. No se trata de regalar nada. Voy con unos datos: Solo hay un hombre en la historia del fútbol español que a los 40 partidos (el juventino lleva 41) haya marcado más que él: David Villa. Jugadores tan emblemáticos como Raúl o Torres llevaban con ese número de encuentros menos goles que Morata». Ahora mismo, el atacante suma 19.

Luis Enrique no se quedó en el tablero nacional y traspasó fronteras. Precisó que, una vez alcanzadas las 40 internacionalidades, solo hay «un tal Harry Kane» con más goles que Morata. «El resto de los 'cracks' mundiales como Mbappé, Werner, Griezmann, Benzema, Lewandowski, Lukaku y Bale -añadió- llevan menos goles que él. No regalamos titularidades, nos basamos en lo que vemos».

El técnico solo piensa en Polonia y en cómo desarmar a un equipo «bien organizado» en defensa y ataque. Cuando se le preguntó por Lewandowski, la principal arma ofensiva de su rival, el gijonés fue claro. «Tenemos que conseguir que coja la pelota lo menos posible, presionar e intentar que no le lleguen balones. Y si llegan hay que defenderle con ayudas y montar una vigilancia especial».