El delantero que marcaba por pasteles

El 'killer' polaco clausuró la temporada 2020-2021 como el máximo goleador de la Bundesliga por sexta vez en los últimos ocho años. Ahora está al frente de una Polonia que busca dar la sorpresa en el grupo E, donde España sigue con el cartel de favorita. Es el encargado de transformar en goles el modelo de fútbol propuesto por su seleccionador, el portugués Paulo Sousa, quien en enero relevó en el cargo al exitoso Jerzy Brzeczek. El técnico saliente firmó unos números extraordinarios en la fase de clasificación: 25 puntos, ocho victorias, un empate y una sola derrota en diez partidos. Seis de los 18 tantos del equipo llevaron el sello del punta del Bayern.

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Robert Basic

El delantero nació en la capital de Polonia, Varsovia, en el seno de una familia de deportistas. Su padre, Krzysztof Lewandowski, fue un destacado campeón de judo que llegó a ser futbolista profesional y le enseñó técnicas de lucha y artes marciales. Le vino muy bien para buscarse la vida en el área, donde suele ser letal e inmisericorde. El muchacho estaba cosido a un balón, por lo que no hubo más remedio que soltarle en un campo de fútbol. Robert perdió a su padre con apenas 15 años y encontró en la pelota su refugio y su razón de ser, algo con lo que evadirse del dolor, medicina que administró con responsabilidad su madre. Iwona Lewandowska, exjugadora de voleibol, como la hermana del punta, sostuvo a su hijo en los malos momentos y le incentivó con una promesa dulce: por cada gol que marcaba le compraba un pastel. Así creció un pequeño depredador que con el tiempo se convirtió en 'killer'. A los 41 goles en la Bundesliga hay que añadir otros cinco de la Champions y dos en el Mundialito de clubes, además de los seis anotados con Polonia en la clasificación para la Euro.

Lewandowski empezó a dar sus primeras patadas al balón en las categorías inferiores del modesto Partyzant de Leszno. Allí empezó todo y continuó en Delta Warszawa, el filial del Legia y el Znicz Pruszków, equipo con el que se proclamó máximo goleador en la segunda división y consiguió el ascenso. El Lech Poznan lo reclutó enseguida -pagó menos de 400.000 euros- y tres años después lo traspasó al Borussia Dortmund por 4,5 millones. Fue allí donde explotó el polaco, con 103 goles en 187 partidos, adorado por el muro amarillo. Todo lo que tocaba lo convertía en oro, así que el gigante bávaro compró al alquimista. En 2014 le llevó a Múnich, donde todavía sigue batiendo récords. 294 tantos en 329 encuentros trazan el perfil de un extraterrestre.

Licenciado en Educación Física y Deporte por la Wyzsza Szkola de Varsovia, Lewandowski está casado con Anna Stachurska, medallista de bronce de kárate en el Mundial de 2009. Al delantero nunca le han dado un Balón de Oro y cuando ya era suyo, en 2020, se suspendió por el coronavirus. Eso sí, la UEFA le desagravió con el premio al 'Mejor jugador del año' y para la FIFA fue 'The Best', por delante de Messi y Cristiano Ronaldo. Un reconocimiento a un delantero de raza que empezó marcando goles por pasteles. Ahora, con 32 años, lo hace por la gloria.