Reencuentro de leyendas ciclistas en Burgos

Los principales focos, en un gala a la que no vinieron ciclistas profesionales, se centraban en estas leyendas. Así que la primera fila estuvo protagonizada por invitados de lujo, que más tarde desgranarían con sus comentarios el nuevo recorrido. Eran Miguel Induráin, Óscar Freire y Óscar Pereiro, a quienes se unía Perico Delgado, que le tocaba ser el maestro de ceremonias del evento junto al periodista Carlos de Andrés. Entre los cuatro suman siete Tour de Francia, dos Giro de Italia, dos Vuelta a España, cuatro Mundiales y unos Juegos Olímpicos. Casi nada.

Junto a ellos, en primera fila, estaban dos representantes del Burgos BH, entre ellos el cántabro Ángel Madrazo. Acostumbrado ya a disputar la Vuelta a España, el líder del Burgos BH aportaba a ese extenso palmarés de las grandes figuras del ciclismo nacional su triunfo en una etapa de la Vuelta a España en 2019. No está nada mal.

Por detrás, sin dejarse ver mucho, había más estrellas de la serpiente multicolor. Era centrar la mirada en filas sucesivas y ver la cara de Eusebio Unzué, gerente general del equipo Movistar, o Fernando Escartín, ahora en la dirección técnica de la Vuelta.

Varios rostros conocidos y un claro aviso de que empezaba la gala obligó a Perico a dejar de comentar batallitas con Pereiro, Freire e Induráin para subir a las tablas del Fórum. «Me han dicho que tiene que durar una hora», comenta Perico antes de esconderse por detrás de una gran pantalla.

Esa misma se levantó minutos más tarde para que el exciclista y Carlos de Andrés empezaran a desvelar secretos del nuevo recorrido, que se entremezclaban con discursos de representantes de instituciones por eso de que se han rascado el bolsillo para que la Vuelta tenga sello burgalés esta edición.

Precisamente el director de la competición, Jorge Guillén, alejado de la primera fila ocupada por Induráin, Freire y Pereiro, se encontraba junto con el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, y el presidente de la Diputación, César Rico. Un improvisado palco que contaba con la presencia también de la presidenta del Consejo Superior de Deportes, Irene Lozano, y el arzobispo de Burgos, Mario Iceta.

Y es que hasta por momentos, aunque se mantenía la distancia de seguridad, se hacía raro ver tanta gente en un espacio cerrado. Cosas de la pandemia.

Con la conclusión del acto, los corrillos de exciclistas se volvían a ver. Ahí mantuvieron un encuentro el propio Perico Delgado y el burgalés Íñigo Cuesta, uno de los grandes rostros del pelotón en los últimos años y ahora inmerso en la dirección del equipo femenino Burgos Alimenta.