Molano se impone en un ajustado sprint en Briviesca

A diferencia de lo acontecido ayer, la etapa, diseñada específicamente para los spinters, cumplió el guión preestablecido, al menos en buena parte de la misma. Así, no tardó mucho en formarse la escapada de la jornada, constituida en su totalidad por corredores nacionales. Carlos Canal (Burgos BH), Unai Cuadrado (Euskaltel), Raúl Garcia (Kern Pharma), Oier Lazkano (Caja Rural) y Sergio García (Eolo) se entendieron a la perfección en los primeros compases de la etapa y consolidaron una escapada que en el kilómetro 30 llegó a superar los 6 minutos de ventaja.

Esa fue la máxima diferencia que el pelotón les permitió obtener. Y es que, a partir de ahí, el grupo principal comenzó a acelerar para evitar sorpresas. Equipos como el Bora o el Education First se pusieron a trabajar y la ventaja comenzó a caer de manera paulatina.

Al paso por el alto de Valmala, la diferencia ya se había recortado hasta los 2:30. Y al paso por Belorado (km.153) bajaba del minuto, aprovechando el paso por un terreno rompe piernas. Todo hacía indicar que la aventura finalizaría sin premio. Y así fue. A la salida de Belorado, y con 18 kilómetros de meta, el pelotón daba caza a los escapados.

Quedaba por ver si habría sorpresas en los últimos kilómetros. Y lo cierto es que las hubo. El Education First endurecía el ritmo para provocar una selección y a falta de 8,5 Ángel Madrazo saltaba del grupo. Su aventura apenas duró unos metros, pero abrió la caja de los truenos.

Kevin Geniets (FDJ), Mads Würtz Schmidt (Israel) y Marcus Burghardt (Bora) tomaban el testigo y se lanzaban a falta de cinco kilómetros en busca de la gloria. Las diferencias (14 segundos) eran mínimas, pero el terreno era propicio para sus intereses y la distancia a la meta era relativamente asumible. Así lo entendió también el pelotón, que a falta de dos kilómetros se lanzó a por los escapados, que ya estaban enfilando la entrada a Briviesca.

Allí, fue Burghardt el que saltó en solitario. Sin embargo, la recta de meta se le hizo eterna al corredor alemán, que a falta de poco más de cien metros fue finalmente neutralizado por un pelotón que marchaba a un ritmo endiablado. La aventura moría en la orilla y la etapa finalmente se decidiría al sprint.

En ese escenario, fueron los hombres del Emirates los que mejor jugaron sus cartas. Matteo Trentin, uno de los nombres a tener en cuenta para la victoria final, lanzaba el sprint para Molano, cuyo golpe de pedal le permitía imponerse por centímetros a Alberto Dainese (DSM).

Por detrás, el pelotón cruzaba enfilado la línea de meta, y las diferencias en las posiciones de llegada desembocaban en un cambio de líder, ya que Edward Planckaert cedía el maillot morado obtenido ayer en el Castillo a Gonzalo Serrano, segundo en la primera etapa.

Mañana, en todo caso, se prevé mucha más guerra. No en vano, la Vuelta a Burgos se dirigirá al norte de la provincia para disputar la primera de las dos grandes etapas de montaña de la edición de este año, con ascensión al Picón Blanco incluida.