Molano firma el doblete en Aranda

La jornada se aventuraba plácida para los rodadores, más allá de la amenaza del viento, factor a tener en cuenta cuando se circula en carreteras tan abiertas como las de la Ribera del Duero. Con 149 kilómetros de recorrido y un final en Aranda, todo hacía indicar que la etapa se resolvería al sprint, pero quedaba por ver si el guión se cumplía.

Y lo cierto es que hubo varios sustos en forma de caídas multitudinarias, la última de ellas a falta de 6,5 kilómetros de meta. En ella, se veía implicado Domenico Pozzovivo, que se despide así de cualquier opción de luchar mañana por la victoria final. En dicha pelea sí estarán Romain Bardet (DSM), que conserva el maillot morado de líder, Mikel Landa (Bahrain), David de la Cruz (Emirates) y Fabio Aru (Qhubeka).

Apenas se había comenzado a rodar cuando se formó la fuga de la jornada, en la que el Burgos BH y el Eolo consiguieron colar a dos corredores cada uno. El pelotón fue permisivo y Mario Aparicio (Burgos BH), Diego Rubio (Burgos BH), John Hugh Carthy (Nippo), Mikel Bizkarra (Euskaltel), Diego Pablo Sevilla (Eolo) y Márton Dina (Eolo) se marcharon sin mayor dificultad.

Eso sí, a pesar del buen entendimiento entre los seis escapados, el pelotón no dejó mucho margen para la sorpresa. Ya ha habido un par de sustos en esta edición de la Vuelta a Burgos. Así, la fuga se movió siempre en ventajas de entre minuto y medio y tres minutos, una distancia totalmente manejable por parte del grupo principal, en el Bora, Ineos y UAE asumían el mando y marcaban el ritmo. Un ritmo que se mantuvo firme a pesar de la primera caída de la jornada, superada sin mayores inconvenientes pasado el kilómetro 40.

Los fugados iban haciendo la goma sin llegar en ningún momento a poner en peligro el guión inicial, a pesar de que la jornada tenía reservados otros dos sustos en forma de caída. La más importante aconteció a falta de 35 kilómetros para meta, cuando el ritmo del Ineos estaba permitiendo recortar diferencias con los fugados a pasos agigantados. En la caída se veían involucrados más de una treintena de corredores, lo que obligó a levantar el pie del pedal. El pelotón se había roto en tres y los directores ordenaron a sus corredores que frenaran para facilitar el reagrupamiento.

Aquel incidente coincidió con el inicio de las hostilidades entre los escapados. Aprovechando un repecho a falta de 30 kilómetros, Carthy, Rubio y Dima se lanzaban con la intención de lucirse el mayor tiempo posible, dejando clavados a Sevilla, Aparicio y Bizkarra, que no pudieron mantener el paso.

La carrera iba poco a poco acercándose a Aranda de Duero y el pelotón, otra vez agrupado, impuso de nuevo un ritmo demoledor, calculando las distancias para neutralizar la fuga antes de la entrada en la capital de La Ribera. El primero en caer fue Sevilla. Dos kilómetros después acababa la aventura de Aparicio y Bizkarra. Y a falta de nueve kilómetros, Carthy y Dina se daban por vencidos. Sólo Rubio se resistió a tirar la toalla, aunque su ímpetu fue insuficiente como para ganar la batalla a un pelotón lanzado y a falta de seis kilómetros fue absorbido por el grupo principal.

Y eso a pesar de que unos metros antes se registraba la tercera caída de la jornada, en la que, entre otros, se veía involucrado Domenico Pozzovivo, que acabó perdiendo una minutada en línea de meta, despidiéndose así de cualquier opción de luchar por la victoria en la clasificación general.

A esas alturas, la carrera ya se había roto por completo, con los equipos de los sprinters peleando sin tregua por una buena colocación a la entrada de Aranda de Duero. El paso por el casco urbano de la capital de La Ribera seleccionó a los mejores, que embocaron la larguísima recta de meta totalmente enfilados.

El Caja Rural, que hasta entonces había trabajado a la perfección, lanzó a Jon Aberasturi hacia la victoria. Y a punto estuvo de conseguirla, por cierto. Sin embargo, Molano, que supo cogerle la rueda al del Caja Rural y saltar en el momento justo, le arrebató el triunfo por centímetros, demostrando por segunda vez en apenas tres días que es el más rápido del pelotón.

Mañana, en todo caso, llegará la etapa definitiva. Una vez más, serán las rampas de las Lagunas de Neila las encargadas de dictar sentencia. De momento, el mejor colocado es Bardet tras su exhibición en el Picón Blanco, pero Landa, De la Cruz y Aru apurarán sus opciones.