Alberto Suárez: «Me alegro por los chavales, se lo merecían mucho»

El técnico tuvo también tiempo para la autocrítica: «Hemos hecho un recital en los últimos minutos de todo lo que no debes hacer cuando vas ganando un partido y quedan cinco minutos. No nos hemos dejado nada». A modo de síntesis, declaró que fue «un partido de estos en los que puede ganar cualquiera y el que tiene un pelín más de suerte se lo lleva, sin más. Otras veces toca al revés, pero, si no lanzas la moneda, no cae de tu lado nunca».

«Sabíamos que iba a ser un partido igualado, intentamos compensar la calle de Dani Fernández y David Iglesias poniendo gente más rápida en ese lado y en ese aspecto nos salió bien. Había que intentar equilibrar también la portería, que no les saliera a los porteros del Cangas el partido de su vida, que cuando les sale es muy complicado echarles mano», detalló sobre las claves técnico-tácticas.

Sin embargo, el momento más emotivo llegó cuando el técnico se refirió a la presencia de la afición en la grada, puesto que en Galicia entraron en vigor nuevas medidas de alivio justamente este viernes. «Poder venir aquí y jugar con público, con la gente cantando… esa mierda que antes era '¿cómo vienes a Cangas y tienes 200 personas nada más?', ahora es un subidón. Hubo un momento en el que nos quedamos mirando Moyano y yo casi emocionados por ese poco que ahora es tanto para nosotros con todo lo que llevamos sin público. Ya el balonmano pasa a ser un arma para divertirnos, para soñar, para volver a la vida normal», culminó.