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ANDREA DÍEZ
Martes, 16 de enero 2018
Cada cinco años, los agricultores y ganaderos de Castilla y León tienen una cita con las urnas. Su voto a las organizaciones agrarias sirve para otorgar mayor peso a quienes vayan a defender los intereses del campo en el próximo quinquenio. Aunque estas ... no son unas elecciones al uso, el campo es diferente. En ello insisten las organizaciones agrarias. No se eligen personas sino organizaciones y en este caso serán tres las candidatas: Asaja, La Alianza por el Campo, que aglutina a UPA y COAG, y UCCL. Tampoco hay programas electorales porque no se trata de partidos políticos, una cuestión, en la que insisten una y otra vez las tres organizaciones. Pero, como los partidos, todas quieren obtener la mayor representatividad en la comunidad. Y ahora tienen un mes por delante para animar y convencer a los agricultores y ganaderos de que son la mejor opción para la estabilidad y desarrollo de la actividad agraria y ganadera en Castilla y León.Por este motivo saldrán a la calle, a los pueblos, a las provincias, no con carteles, pancartas o programas, sino con la palabra como herramienta para convencer y recordar el trabajo de los últimos cinco años y para mostrar su lado más reivindicativo. Lo harán abordando aspectos clave para la competitividad y futuro del sector primario: los jóvenes y el relevo generacional.
Las organizaciones no tiran la toalla y abogan por mejorar el sistema de ayudas para los jóvenes. Para Asaja, «hay que animar a los jóvenes para que se incorporen y se sientan orgullosos como lo estamos haciendo los que estamos en activo». Aunque reconocen que las ayudas deben llegar en la mayor brevedad para ser efectivas. Un pensamiento que comparten desde La Alianza que reclaman «apoyo presupuestario de las administraciones que alcance el importe máximo permitido en las ayudas de incorporación». Y en la misma línea, desde UCCL, «los jóvenes más que nadie, necesitan una estabilidad y esto tiene que ser vía contrato o vía garantizar costes de producción».
Otra de las reivindicaciones que se repetirán en campaña será la de precios justos y defensa de la cadena de valor. Mientras Asaja responsabiliza a la industria agroalimentaria y las Administraciones de la desigualdad en los pagos, desde La Alianza insisten en reclamar un «transparente y eficaz» Observatorio de Precios en Castilla y León. Y en el caso de UCCL, también críticos con la gestión de las administraciones, las exigencias pasan porque se establezcan unos costes de producción oficiales.
En lo que las tres están de acuerdo, es en mantener un modelo agrario familiar en el que juegue un rol destacado el agricultor a título principal. Si el pasado jueves 11 se dio el pistoletaz de la campaña, será el próximo 22 de enero cuando se pueda ejercer el derecho del voto anticipado durante 15 días.
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