Traspinedo arropa a la familia en el funeral de Esther López

Este miércoles ha sido un día de luto en un municipio que se ha volcado con la familia de Esther, como ha venido haciendo desde el mismo día en el que se conoció su desaparición. «Hemos seguido con inquietud las informaciones y nos ha impresionado escuchar al padre de Esther lleno de entereza y la actitud y cercanía de Traspinedo a la hora de acompañar a la familia en estos momentos de sufrimiento», ha querido destacar el arzobispo, Ricardo Blázquez, en una cara remitida a sus allegados y a los vecinos de la localidad que leyó el párroco local al inicio del oficio religioso. El arzobispo ha querido trasladar así personalmente su «consuelo» y pesar por lo ocurrido a los padres y la hermana de Esther, así como al resto de sus allegados y a los vecinos del municipio.

El párroco, Antonio Da Silva, recibió los restos mortales, junto a la familia, a las puertas de la iglesia de San Martín de Tours lamentando que «la muerte de Esther nos demuestra la brevedad de la vida». Después, ya durante el oficio, quiso trasladar expresamente su agradecimiento,y el de la familia, a la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad, así como a las autoridades presentes, encabezadas por su alcalde, Javier Fernández, portavoz durante las últimas semanas de los sentimientos de los vecinos.

Una prima de Esther ha sido la encargada de recordar, también con entereza, aunque sin poder contener la emoción, a su «querida prima», con la que creció y pasó su juventud y sobre la quiso destacar que era «pura bondad». Eso además de lamentar su pérdida antes del próximo nacimiento de su sobrina, «la niña a la que más has querido antes de nacer». «Siempre estarás en nuestros corazones y serás la chica de la sonrisa infinitiva», concluyó antes de que las decenas de vecinos que abarrotaban la iglesia rompieran su respetuoso silencio y se fundieran en un emotivo aplauso dirigido hacia la familia, el mismo con el que despidieron los restos mortales de Esther López al término del funeral y a la comitiva que los acompañaron hasta el cementerio municipal, donde han recibido sepultura.

Traspinedo ha sido este miércoles un velatorio en un casco urbano repleto de fotografías de Esther López mostrando su esquela en el que el tañido de las campanas de la iglesia parroquial anunciaba al filo del mediodía la celebración del funeral en una plaza en la que ya esperaban decenas de vecinos para acompañar a la familia. Coronas de flores de la familia, peñas, amigos y empresas del municipio acompañaron sus restos mortales.

Sus vecinos pudieron así despedir a Esther López, la mujer de 35 años a la que perdieron la pista en la madrugada de un cada vez más lejano 13 de enero y cuyo cuerpo fue hallado el pasado sábado, día 5 de febrero, en una cuneta al borde de la carretera que conduce al casco urbano desde la Nacional 122. La investigación sobre las causas de su fallecimiento continúa abierta bajo el férreo secreto de sumario impuesto por la jueza con la hipótesis del atropello como última en sumarse al misterio. El caso sigue abierto.