Nuestra seña de identidad

La esencia de un pueblo son sus costumbres y tradiciones. Las más significativas son las relacionadas con las fiestas que se celebraban a lo largo del ciclo anual. En Armuña, al igual que en muchos de nuestros pueblos, gran parte de ellas ya se han perdido, principalmente por causa de la despoblación. La disminución del número de niños motivó el cierre de las escuelas hace años, con lo que fiestas tan entrañables como las Sierras Viejas, celebradas en la Cuaresma, desaparecieron para siempre. Lo mismo sucedió con el carnaval.

Sin embargo, se han seguido celebrando las fiestas patronales y otras como San Isidro, debido a nuestra tradición agrícola. Podemos asegurar que en todos los pueblos las fiestas más importantes son las patronales, que congregan a mayor cantidad de gente, los que siguen en el pueblo y los que regresan en esas fechas para encontrarse con familiares y amigos.

En Armuña la fiesta que más gente reúne es la de San Bartolomé. Aunque es en las de la Virgen de Tormejón donde se mantiene una tradición de varios siglos que identifica a sus habitantes: el paloteo. Una danza ritual que en el pasado se realizaba en las fiestas del Corpus Christi, y actualmente en las de la Virgen, en las procesiones. Cualquier persona que haya sido danzante recuerda con agrado esa época de su vida, que además de haber sido su juventud, le ha hecho vivir experiencias muy gratas, que le vienen a la memoria al ver a los danzantes ejecutando sus danzas.

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