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Alfonso Fernández Mañueco quiere ser investido presidente por las Cortes cuanto antes y ha dado orden de «agilizar lo máximo posible» el debate de investidura. Ve difícil que sea la próxima semana -los grupos parlamentarios tienen siete días para constituirse y el nuevo presidente, de ... Vox, debe liquidar antes el protocolo de la ronda de consultas- pero no quiere que se demore y para ese momento espera que la estructura del gobierno de coalición con Vox esté «cerrada», con ese reparto de siete consejerías para su gente y tres para los de Santiago Abascal.
Un día después de firmar el acuerdo de legislatura con Vox, Mañueco ha asegurado que su Ejecutivo mantendrá los fondos que la Junta dedica a luchar contra la Violencia de Género y que la ley sobre violencia intrafamiliar que incluye el pacto no supondrá la derogación de la Ley de Lucha contra la Violencia de Género que está en vigor desde 2010 en la comunidad. Sí ha avanzado que esta última se «modernizará», sin concretar qué supondrá esa «actualización», tras defender que el relevo en el argumentario del PP de Castilla y León del término violencia de género para sustituirlo por violencia intrafamiliar no es, a su juicio, trascendente: «Lo importante no es cómo se llama, sino en que va a consistir».
Alfonso Fernández Mañueco ha remarcado que seguirá vigente el Decreto de Memoria Histórica y Democrática, en un acuerdo con Vox sin ataques al Diálogo Social y a los sindicatos y en el que ha enmarcado dentro de la 'normalidad' incluir la consolidación de un modelo educativo «libre de adoctrinamiento ideológico», pese a que ha defendido que en las aulas de Castilla y León no lo hay. «Nos parecía importante hacer hincapié en esa materia», justificó. ¿Estrenará Castilla y León el pin parental que defiende Vox? El presidente en funciones ha evitado pronunciarse.
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«Este Gobierno va a actuar con normalidad, que nos juzguen por lo que vamos a hacer no por lo que se puede pensar que podemos hacer o decir», ha demandado Alfonso Fernández Mañueco tras reunirse en la mañana de este viernes, 11 de marzo, con los presidentes provinciales del partido para analizar la alianza con Vox. Entre ese grupo de dirigentes los hay que en privado expresan reticencias sobre cómo puede influir dar carta institucional al partido ultraconservador al que ven como un fuerte competidor en las elecciones municipales de mayo de 2023. Mañueco asegura que no hay críticas internas y que los presidentes provinciales del PP «ni en público ni en privado nos las han trasladado». También que trabajará por un resultado en esa cita «todavía mejor» para el partido que el del 13-F, en el que los populares fueron la fuerza más votada, pero se quedaron a 10 escaños de la mayoría absoluta en un hemiciclo con 31 asientos para ellos, 28 para el PSOE, 13 para Vox, 3 para UPL, 3 para Soria ¡Ya! y 3 que ser reparten Unidas Podemos, Ciudadanos y Por Ávila.
A las puertas del congreso que hará presidente del PP a Alberto Núñez Feijóo, la alianza de Alfonso Fernández Mañueco con Vox chirría a nivel interno. «Este pacto va de Castilla y León, teníamos las manos libres», defiende Mañueco, que censura la reacción de Pablo Casado criticando el pacto con la 'ultraderecha'. Dice el dirigente de Castilla y León que le ha causado «sorpresa, ni que sea crítica ni discrepo (de lo que dice Casado), sorpresa es sorpresa, exclamación... Sorpresa, me ha sorprendido», expresó, antes de sacar un papel en el que llevaba escrito una parte de la intervención de Pablo Casado en el Comité Ejecutivo del Partido Popular celebrado tras el escrutinio del 13-F y leyó: «Alfonso, cuentas con el respaldo de este comité ejecutivo nacional para negociar la continuidad de este gobierno de éxito». Y sorpresa también por la dura reacción de los populares de la UE. «No sé qué ha podido ocurrir en el Partido Popular Europeo, me sorprende», manifestó Mañueco, que definió el pacto entre el PP y Vox como el de «dos fuerzas con diferencias» que llegan a una «postura común, de equilibrio» tras una negociación sustentada en «la legitimidad que nos dan las urnas».
Alfonso Fernández Mañueco se ofrece a resolver «dudas» a los dirigentes europeos sobre la alianza que ha sellado con Vox. También a los españoles de su formación que han expresado reservas, como es el caso del andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla. Y pasa de casilla cuando se le pregunta sobre la opinión de Alberto Núñez Feijóo. «Este acuerdo es en este momento y en esa comunidad», subraya.
Y luego, pone la vista en lo práctico, en su investidura como presidente que garantiza su continuidad al frente de la Junta de Castilla y León. «Esta comunidad necesita tener un gobierno en plenitud de funciones lo antes posible», remarca. Algo que depende del ritmo que marque Vox en las Cortes que preside y en la negociación sobre la distribución de consejerías y materias.
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