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Francisco Igea y Verónica Casado comparecen tras el Consejo de Gobierno, que se celebró de forma telemática. ICAL
Coronavirus

Igea: «No vamos a desescalar en muchas semanas»

Los ingresos en los hospitales «van camino de igualar a los de la primera ola», asegura la consejera de Sanidad, Verónica Casado

Antonio G. Encinas

Valladolid

Jueves, 28 de enero 2021, 15:32

Castilla y León mira a sus hospitales y el aspecto es desolador. 288 pacientes de covid en UCI y 1.927 ingresados en planta. «La tercera ola va camino de igualar a la primera, cuando llegamos a tener 2.356 en planta y 350 ... en críticos. Estas cifras actuales se van acercando a los peores momentos», advierte la consejera de Sanidad, Verónica Casado. No solo eso. Al ritmo actual, la cuenta resulta casi, más que un vaticinio, una proyección realista. «Tenemos unos ingresos en UCI, diarios, de entre 15 y 25 personas, y unas 10 altas al día. Esto supone que cada día aumentan entre 5 y 15 pacientes. En una semana podemos estar en una situación muy compleja». Y, mientras Portugal pide auxilio para poder desplazar pacientes a España, Castilla y León mira alrededor y la conclusión aterra: «No tenemos demasiadas posibilidades para hacer traslados fuera de la comunidad».

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Desde hace unos días, la realidad paralela de las cifras del Ministerio de Sanidad encuentra contestación entre los sanitarios. Una de ellas, en Twitter, lo explicaba con un ejemplo. Es, decía, como si tienes un piso de dos habitaciones y pones colchones por el suelo para que puedan dormir diez personas. Caben diez, sí, pero eso no quiere decir que su capacidad habitual sea esa, ni que todos vayan a dormir correctamente. Las cifras del Ministerio reflejaban este miércoles que Castilla y León tenía 278 pacientes en UCI y eso equivalía, según sus cifras, a «un 48,26% de camas ocupadas por covid en las unidades de críticos». Eso ni siquiera cuadra con las 529 ya habilitadas, que superan en 186 las que se consideran como «iniciales», sino con unos máximos (se prevén 544 de momento) que, de alcanzarse, supondrían que no ha quedado ni un quirófano, sala de reanimación o cubículo con respirador sin utilizarse.

Castilla y León, según sus propias cifras, tiene hoy, jueves, 288 pacientes en UCI por covid. Suponen el 87% de las camas ocupadas en críticos. Junto a otras patologías, suman 406 enfermos en UCI, lo que significa que la ocupación está al 123% de la capacidad inicial y al 75% del máximo posible, nunca antes alcanzado.

Con todo esto, el diagnóstico realizado por Francisco Igea, vicepresidente de la Junta, fue rotundo: «No vamos a desescalar en muchas semanas». Una afirmación que argumentó a continuación con lo sucedido en la segunda ola. «Una de las cosas que hemos comprobado es que nuestro sistema de niveles de alarma no nos ha permitido bajar de nivel 3 en más allá de 2 ó 3 provincias», algo que ocurrió un par de semanas antes de Navidad. «Eso se consigue con el tiempo, manteniendo estrategias de rastreo con todo el trabajo intenso que se está haciendo. Bajamos la segunda ola y dijimos 'ojo, que tenemos 150 enfermos aún en la UCI'. Ahora estamos subiendo, cuando bajemos de la tercera ola estaremos en 250 en la UCI. Debemos esperar a tener el sistema sanitario en condiciones de asumir el trabajo», señaló.

Las estancias en UCI por covid se prolongan entre tres y cuatro semanas de media. Esto hace que la bajada de los casos más graves sea muy lenta. Y eso es lo que realmente pone en riesgo todo el sistema sanitario y, por ende, la vida de cualquiera que tenga una patología relevante. El 8 de enero se alcanzó la cota más baja de ingresados en UCI tras la segunda ola, 130 pacientes. Hay que tener en cuenta que esa segunda ola llegó tras un verano que dejó casi desiertas de covid las unidades de críticos. Entre el pico de la segunda ola, el 20 de noviembre (248), al mínimo, 8 de enero, (130), transcurrieron 49 días.

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Ahora el pico, de momento, está en 288. Y subiendo. Para rebajar el nivel de alerta (ahora es 4 con restricciones adicionales) habría que tener menos del 25% de camas UCI ocupadas por covid-19. De camas iniciales, claro. Esto es, menos de 82 casos. Eso, al ritmo de descenso que se dio en la segunda ola, supone 85 días más sin bajar del máximo nivel de riesgo.

El portavoz de la Junta, Francisco Igea, arguyó a la luz de los datos que el único modo de cortar la transmisión, además de todas las medidas ya impuestas, está en poder realizar confinamientos domiciliarios estrictos en las poblaciones con mayor incidencia. Una herramienta que insistió en reclamar al Gobierno antes del Consejo Interterritorial de hoy, en el que debutará la nueva ministra de Sanidad, Carolina Darias. «Intentamos decirle al Gobierno que lo que hay que hacer es lo que sea eficaz, no lo que a ti te viene bien que yo haga. Queremos hacer algo eficaz para proteger la salud y la vida de nuestros ciudadanos. Creo que no es eficaz cerrar un colegio. Creo que no es eficaz cerrar una tienda de chucherías. Hace falta cambiar el estado de alarma para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado puedan decirle a la gente que no se sale, para que la gente pueda recibir indemnizaciones por cese de actividad ordenado... Para que todo esto sea posible. Esto no es una pelea para ver quién se lleva la bofetada. Déjeme hacerlo a mí si usted no lo quiere hacer porque va camino de una campaña electoral», criticó Igea.

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