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Verónica Casado, en primer término, durante la rueda de prensa. MIRIAM CHACÓN-ICAL

Igea y Casado piden disculpas pero mantienen que suspender la vacunación fue lo «más prudente»

La consejera de Sanidad lo tiene claro: «Soy de 1959, cuando me toque pondré el brazo y me vacunaré con AstraZeneca, de la que me fío mucho»

Antonio G. Encinas

Valladolid

Jueves, 8 de abril 2021

La suspensión de la vacunación con AstraZeneca, reanudada hoy mismo y reorganizada a toda prisa para poder recuperar cuanto antes las 8.000 inmunizaciones previstas ayer miércoles, ha provocado dos consecuencias políticas y una sanitaria. La sanitaria es que los ciudadanos menores ... de 60 años no van a recibir AstraZeneca y que aún se tiene que decidir qué se hace con la segunda dosis de quienes ya se pincharon la primera, algo que se está estudiando a partir de los datos obtenidos en el Reino Unido. Las políticas son que la consejera de Sanidad, Verónica Casado, y el vicepresidente, Francisco Igea, han tenido que pedir disculpas a quienes se desplazaron el miércoles para no poder pincharse, por un lado. Y por otro, que en su defensa de la decisión adoptada, «por prudencia y sin romper la estrategia nacional», el asunto ha virado a un nuevo enfrentamiento con el Gobierno central «por optar por la no-decisión» y dejar en manos de las comunidades la responsabilidad de la gestión de la pandemia.

Sobre el asunto sanitario, Castilla y León ha inoculado 90.000 dosis de AstraZeneca sin que se haya registrado ningún efecto adverso serio, que es «muy, muy, muy raro», en palabras de Verónica Casado. Mientras se valora «en Europa» si AstraZeneca es segura entre 65 y 70 años, algo que así parece desprenderse de los datos recabados en el Reino Unido, se seguirán empleando los sueros de Pfizer y Moderna en mayores de 70 años. La propia consejera empeñó gran parte de su comparecencia en tranquilizar a quienes se han pinchado o van a hacerlo con AstraZeneca. «Me voy a vacunar en estos días. Me llamarán, soy de 1959 y cuando me toque allí estaré, pondré mi brazo y me vacunaré con AstraZeneca, de la que me fío mucho», zanjó.

Vídeo.

La reorganización de la campaña de vacunación incluirá el fin de semana, aunque no afecta a todas las provincias por igual porque algunas no estaban inyectando el miércoles con AstraZeneca. Así lo explicó la consejera de Sanidad: «En Ávila siguen con Pfizer y mañana viernes pondrán AstraZeneca en el Hospital. En Burgos mañana se vacunará con AstraZeneca a los de 1956. En León se sigue vacunando y en El Bierzo no hay AstraZeneca estos días. Palencia vacunará el viernes y sábado con AstraZeneca a personas de 63 a 65 años. En Segovia hoy Pfizer, mañana viernes, AstraZeneca y esta tarde lo previsto. En Salamanca no tenían programada con AstraZeneca pero la retoman mañana viernes. En Soria, mañana se inmunizará con AstraZeneca a las personas de 60 a 65 años, según lo programado. En Valladolid, el fin de semana se pinchará a los de ayer. En Zamora, con AstraZeneca los de 65 años y hoy Pfizer y Moderna en mayores de 80 y grupo 7 de alto riesgo».

Respecto a las consecuencias políticas de la decisión, Igea comenzó por responder a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. «Siempre hemos sido leales al Gobierno cuando ha tomado decisiones restrictivas. Pero hemos dicho de manera reiterada que no íbamos a apoyar la no-decisión. Cuando hay que tomar decisiones, hay que tomarlas. Y si el Gobierno no las toma, alguien tiene que encargarse de velar por la seguridad de nuestros pacientes», dijo.

Igea recordó que Castilla y León fue la primera comunidad en pedir «el estado de alarma, y la segunda vez también. Después, todas las comunidades autónomas hicieron lo mismo. ¿Quién es el imprudente? Lo que quizá ocurre es que nosotros hemos tomado una decisión que es no atender a las consideraciones políticas o electorales en la toma de decisiones durante esta crisis y en eso nos hemos mantenido. Y nos vamos a mantener así mientras estemos en esta Junta de Castilla y León. Apoyaremos al Gobierno cuando tome decisiones difíciles, pero cuando decida no decidir, seguiremos tomando decisiones».

Ambos centraron sus argumentos en que se ha respetado el marco estratégico de vacunación. Casado insistió en que habló por dos veces con la ministra, Carolina Darias, y que esta le afirmó que era competencia suya decidir si suspendía o no la vacunación. «Todas las comunidades autónomas tomamos decisiones de planificación y organización según nuestro propio criterio, todos dentro del marco de la estrategia nacional. No hay cambio del plan, solo prudencia frente a un posible evento adverso», aseguró. El resto de comunidades, sin embargo, no optó por esa vía, lo que las sitúa, según ese razonamiento, como imprudentes. «Esperar a conocer el informe habría sido más fácil, pero no somos así, no podemos evitarlo. Cuando sospechamos que algo puede generar un problema debemos ser prudentes. Que otras comunidades autónomas no lo hayan tenido en cuenta… Se lo dije a quien se lo tenía que decir, a la ministra de Sanidad y por dos veces. No fuimos por libre, no tomamos la decisión de romper la estrategia de vacunación. Tener prudencia ante una determinada sospecha de que algo está pasando no creo que sea ir por libre. Nunca he contado toma de decisiones de otras consejerías, cada uno tiene su responsabilidad y debe responder ante quien debe responder», explicó Casado.

Los responsables de la Junta supieron el martes «por la tarde-noche» que iba a producirse un anuncio por parte de la Agencia Europea del Medicamento. «Por la mañana ya parecía claro que se iba a cambiar la ficha de vacunación de AstraZeneca», aclaraba la consejera de Sanidad. Fue entonces cuando decidió suspender la campaña con este medicamento, aunque durante la jornada se pusieron 18.949 personas con otras vacunas. «No había información oficial, pública y completa y se tomó la decisión lo más rápido posible porque ya teníamos a mucha gente esperando en muchos puntos de vacunación de la comunidad autónoma», añadía Casado.

La mayor parte de los afectados por la suspensión el miércoles, admitió la consejera, eran del grupo de nacidos en 1956, que finalmente seguirá con la misma pauta.

Para quienes están por debajo de la edad recomendada ahora, 60 años, que ya han recibido una dosis de AstraZeneca, se abren tres posibilidades, explicó la consejera. «Una sola dosis confiere una protección del 70% y se puede optar por no poner la segunda. Otra opción es que con 800.000 personas vacunadas en Reino Unido con dos dosis, se estudien sus efectos secundarios y quizá retrasar la segunda, en lugar de hacerlo en 12 semanas. Y la tercera opción es una mezcla de vacunas. Que la dosis de recuerdo sea con otra de ARN mensajero, Pfizer o Moderna [la de AstraZeneca, como la de Janssen, se han creado a partir de adenovirus desactivados]. Sale de la creencia de que entrar por diferentes vías puede conferir mayor inmunidad. La Comisión de Salud Pública trabaja en ello y nos lo comunicarán».

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