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Zamora
Lunes, 23 de octubre 2017, 13:35
Europa ha puesto sus ojos sobre el conflicto de la ganadería con el lobo al sur del Duero en Castilla y León. Expertos de la Comisión Europea se acercarán esta semana hasta el lugar de litigio. Lo harán ‘in situ’, con los pies sobre ... el terreno, para conocer los ataques de los lobos y sus efectos en una zona en la que una directiva europea prohíbe su caza como medida de protección de la especie.
Es la Consejería de Medio Ambiente la encargada de organizar la visita a una comunidad con 179 manadas y 1.600 ejemplares, según el último censo. El lunes a Ávila, el territorio de mayor conflicto, primero con una reunión con todos los sectores implicados y una ruta por explotaciones ganaderas afectadas en la provincia que actualmente se lleva la palma en número de ataques. El martes será el turno de Zamora, donde los técnicos de la Comisión Europea conocerán a ganaderos de esta provincia que han perdido animales bajo las fauces del lobo.
Es una oportunidad para estos ganaderos y para las organizaciones agrarias de demostrar los problemas de convivencia entre la especie predadora, protegida al sur del Duero, y la ganadería extensiva, tras la expansión «tremenda» que aseguran que ha habido en los últimos años. Los responsables de las organizaciones agrarias de Castilla y León ven la ocasión como una oportunidad única en la que quieren hacer consciente a Europa de lo que los ganaderos se juegan en el día a día teniendo al lobo como vecino.
Esa realidad de «sobrepoblación» es la que quiere transmitir también la Junta de Castilla y León, que confía en que la Comisión Europea pueda cambiar los criterios de protección del lobo. El objetivo es hacer compatible su conservación con la ganadería extensiva y reducir la conflictividad social que generan los ataques.
Hay optimismo y esperanza en la reunión por parte de las organizaciones agrarias, que celebran y dan la bienvenida a la iniciativa del consejero, Juan Carlos Suárez-Quiñones. No les ha hecho falta preparar las propuestas y peticiones que pondrán sobre la mesa. Se mantienen en lo que han venido defendiendo en los últimos años.
La Alianza UPA-COAG, la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) y Asaja creen que hay que aprovechar muy bien la visita para hacer consciente a Europa de la situación. El objetivo es que un cambio de interpretación de la normativa o una mayor flexibilidad en la gestión del cánido reduzca la presión sobre el ganado y los ganaderos. Esa presión, aseguran, está poniendo en riesgo la ganadería extensiva en muchas zonas de la región.
Aseguran que en Castilla y León hay más lobos que en toda Europa y que solo en la provincia de Zamora se registran más ejemplares que en Francia.
El coordinador de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), Jesús Manuel González Palacín, espera de la visita a la comunidad que la Comisión Europea «sea consciente del problema que está generando el lobo tanto al norte como al sur del Duero». La organización defenderá en la reunión que considerar al animal como una especie a proteger es «una absoluta barbaridad» en un momento en el que la especie está «en total expansión».
Pone el énfasis la Unión de Campesinos en los problemas de convivencia entre las partes y en las pérdidas «enormes» y la presión «insoportable» que aguanta la ganadería en muchas zonas de la comunidad.
Lo más urgente para González Palacín es intentar que Europa haga una interpretación de la directiva comunitaria Hábitat que permita a las comunidades autónomas controlar la especie en aquellas zonas donde «hay un conflicto más que evidente entre el sector ganadero y el lobo».
A medio plazo, pide UCCL que haya zonas de exclusión del lobo. Además, en aquellas en las que ambas partes coexistan, apuestan porque haya indemnizaciones a los ganaderos simplemente por convivir con esa presión que aseguran que supone la presencia del depredador. En caso de ataque, defiende el coordinador regional que las indemnizaciones se paguen «en su justa medida», es decir, que tengan en cuenta aspectos como el lucro cesante o el coste de la tenencia de perros o la instalación de vallas para evitar ataques.
«Hay una serie de gastos, de costes de producción, que soportan los ganaderos por convivir con el lobo que no están compensados en su justa medida. Esas indemnizaciones ahora son inasumibles por parte de la Consejería, pero con zonas de exclusión del lobo sería posible indemnizar a los ganaderos de forma justa», manifiesta Jesús Manuel González Palacín sobre «la problemática, el conflicto y el drama» que supone para el profesional del campo tener «un goteo continuo» de ataques.
Para el coordinador de la Alianza UPA-COAG, Aurelio González, la visita es importante aunque cree que es «relámpago» y que se queda «un poco coja». En su opinión, se necesitaría más tiempo para que cada uno de los grupos implicados tuviera una reunión más completa con los técnicos de Bruselas y que estos pudieran visitar también la zona norte del Duero, donde también se registran daños y desde donde, asegura, se han expandido los lobos.
Los esfuerzos de la Alianza irán dirigidos a explicar que hay zonas donde la convivencia con el lobo es posible y otras donde es algo «prácticamente inviable», por lo que hay que hacer controles más exhaustivos. Defiende Aurelio González que de seguir así, la administración tendrá que dar a elegir a la sociedad entre ganaderos o lobos.
Defienden desde la Alianza que lo primero es que la Junta tenga flexibilidad para poder trabajar y que Medio Ambiente pueda hacer controles. Después, apuestan por realizar un estudio de población y una planificación con las zonas en las que puede haber más y menos densidad de fauna salvaje.
«No es normal que en Francia digan que tienen un problema con el lobo cuando tienen 400 ejemplares y aquí no digamos que tenemos un problema con 400 solo en la provincia de Zamora», defiende Aurelio González sobre una situación que «lo único que hace es echar a la gente de los pueblos».
El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, también estará presente en la reunión y las visitas con los expertos en conservación de lobo de la Unión Europea. Entiende Dujo que la visita es una buena idea porque lo que pasa en Castilla y León y en España con el lobo no ocurre en el resto de Europa. «Tenemos más lobos que los que hay en el resto de Europa y por lo tanto, los ataques al ganado, los daños y los perjuicios los tenemos aquí», manifiesta sobre un problema del que cree que tiene que ser consciente la UE para que permita poner medios.
Asaja pide que el lobo siga siendo una especie dentro de la fauna del ecosistema de Castilla y León, pero que se pueda controlar donde provoque daños.
«Es una ocasión única para demostrar a la gente de la Unión Europea el daño que provocan los lobos, la desproporción de manadas y animales que hay, y el perjuicio que están ocasionando a toda la sociedad», sostiene el presidente de Asaja.
El lunes toca sentarse y hablar, esta vez con la Unión Europea, de un conflicto que los ganaderos no quieren que sea eterno.
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