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M.F.J.
Ávila
Lunes, 23 de octubre 2017, 16:45
El consejero de Fomento de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ha mantenido hoy la primera de varias reuniones que lo llevarán a las provincias de la comunidad para tratar la problemática del lobo y los ataques a centros de ganadería extensiva ... al sur del Duero.
Representantes europeos, del Estado y la administración regional se han sentado a una mesa con alcaldes de los principales municipios abulenses afectados, asociaciones conservacionistas y profesionales agrarios.
Suárez-Quiñones, a la cabeza del área de Medio Ambiente en la Junta, ha admitido que los ataques continuados de manadas de lobos al sector de la ganadería extensiva es una gran preocupación para la Consejería que dirige, ya que están en peligro «el modo de vida, la cultura, economía y población del medio rural».
En su opinión, el problema de base sobre el que cimentar el diálogo, es la «despoblación del medio rural», asunto que se encuentra también enmarcado en la agenda del Comité de Regiones de la Unión Europea.
La primera toma de contacto consistirá en una reunión técnica en la que se tendrá muy en cuenta la pertenencia de un cuarto del territorio castellanoleonés a la Red Natura 2000, instaurada en el 92 y que ha cumplido ya 25 años. La institución cuenta al lobo como especie protegida, lo que justifica que se haya trabajado, por el momento, en su «conservación». No obstante, el consejero ha admitido que se ha llegado a un momento en el que los lobos generan problemas a otro interés «igualmente protegible»: el interés económico-social de los ganaderos.
Por su parte, la Unión Europea mantiene una directiva de hábitats basada en un plan de acción de protección a la naturaleza, las personas y la economía, un difícil equilibrio al que aspirar y al que los distintos agentes implicados tratarán de acercarse a lo largo de esta semana. La administración europea, según el consejero de Medio Ambiente, «entiende que hay problemas por identificar» y que precisan de una solución.
Desde la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Humberto Delgado ha explicado que se están realizando «profundas evaluaciones» de las directivas sobre naturaleza, ya que se trata de una ocasión excepcional: «la mayoría de las especies no generan conflictos», defendía, aunque «los grandes carnívoros» pueden provocarlos.
En cuanto a la Red Natura 2000, Humberto Delgado asegura que no se basa en una política que deje fuera la actividad humana, sino que aboga por mantenerla y compatibilizarla con la naturaleza. Ha garantizado más de 100 acciones de prevención para los próximos dos años y medio, centradas todas ellas en la «coexistencia».
Una evaluación previa de las directivas en lo referente a medio ambiente y especies animales dio como conclusión que la normativa actualmente vigente es «válida», aunque carece de una óptima «implementación», en palabras de Humberto Delgado.
«No está sobre la mesa cambiar las directivas a corto plazo», ha defendido, «sino hacer mejor uso de la flexibilidad que tienen según su texto legal».
El consejero de Medio Ambiente ha explicado que «probablemente» no haya por qué cambiar las directivas, sino «interpretarlas». Entre las directrices vigentes, ya constan medidas de control de ejemplares en caso necesario, así como un margen de interpretación enmarcado en la seguridad jurídica, lo que afianzará las decisiones que se tomen, de cara a jueces y fiscales.
Desde la Consejería han recordado que la Junta de Castilla y León sí ha realizado modificaciones en materia de Medio Ambiente, sobre todo en cuanto a las indemnizaciones que perciben los ganaderos por la pérdida de reses. «Antes se tardaba un año en recibir la indemnización; ahora menos de un mes», ha declarado Suárez-Quiñones.
Ha garantizado que las conversaciones con los agentes involucrados continúan sucediéndose, para que las indemnizaciones a explotaciones damnificadas por los lobos sean «justas y rápidas».
La Comisión Europea tomará cartas en el asunto porque «la presión de los grandes carnívoros no puede quedar sobre las espaldas de las Comunidades Autónomas»; atribuye esa responsabilidad a la sociedad en su conjunto.
Entre los invitados a la sede de Delegación Territorial de Ávila, lugar escogido para la reunión, se encontraban el propio Consejero de Fomento de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y Léon, Juan Carlos Suárez-Quiñones; Humberto Delgado, director de Capital Natural de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea; José Ángel Arranz, director general del Medio Natural; Noelia Vallejo-Pedregal, responsable de Grandes Carnívoros; o Miguel Castroviejo, de la representación permanente de España en la Unión Europea.
Las reuniones se celebrarán a raíz de una previa, en Bruselas el pasado mayo, en la que se expuso a Daniel Calleja, director general de la Comisión Europea de Medio Ambiente, los problemas que estaban causando los lobos en Castilla y León.
Aprovechando la ocasión, Umberto Delgado ha visitado varias explotaciones de ganadería extensiva de la provincia de Ávila, donde sólo en 2016 se registraron 812 ataques de lobos.
En el primer semestre de 2017, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ha contabilizado más de 400 incidentes relacionados con lobos que afectaron a distintos centros abulenses de ganadería extensiva.
Aunque no es la única provincia en la que se aplicarán medidas, Suárez Quiñones ha concedido que en Ávila es necesario «reducir y controlar el conflicto».
Por ello, las tres principales asociaciones agrarias de Ávila (UCCL, ASAJA y UPA) han participado en la jornada con expertos en Medio Ambiente celebrada en Delegación Territorial. Aunque «discrepan» en algunos puntos, como «objetivos, líneas administrativas y políticas», se han unido por esta causa común.
Asimismo, asociaciones conservacionistas abulenses se han sumado al encuentro demostrando, en palabras del consejero de Medio Ambiente, «responsabilidad», siendo conscientes de que existe «un problema».
Mientras las reuniones en favor de la coexistencia entre el lobo y la ganadería extensiva se llevan a cabo, nuevos ataques asolan la Comunidad. Uno de los últimos municipios afectados es el salmantino Ahigal de los Aceiteros.
El 20 de octubre, un nuevo ataque de lobos resultó en 11 ovejas muertas y 5 gravemente heridas. El ganadero asegura que se encontró la alambrada que rodea la explotación «destrozada» y que los animales muertos se encontraban en el acceso al municipio, en una zona cercana a las viviendas. El lote de 56 ovejas se encontraba en una finca a 800 metros de la localidad.
El ganadero ha manifestado su disgusto no solo por las ovejas que resultaron muertas en el ataque, sino por las condiciones de aquellas que quedaron malheridas. «El carnero se ha podido quedar ciego y ya no ve bien, otras han abortado o lo harán en los próximos días y muchas pueden coger neumonía», se lamentaba, añadiendo que sufre este tipo de incidentes al menos una vez al año.
Desde ASAJA han avisado de que los ganaderos de las zonas colindantes con Portugal han visto más ejemplares, ya que también los animales huyen de los incendios que arrasaron la frontera.
Hace una semana, otro ataque se produjo, esta vez a terneros, en Castillejo Martín Viejo, a 30 kilómetros de Ahigal de los Aceiteros.
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