«Una vez al año se enciende una de esas pegueras»

Algunas de las tradiciones que se conservan en Chañe van unidas al modo de vida que durante tantas generaciones se mantuvo en el pueblo y que tenía que ver con la explotación de todos los recursos que ofrecen los pinares. Conservamos dos pegueras, unas construcciones en las que se quemaban los restos que quedaban alrededor de los pinos tras la extracción de la resina. Una vez al año se enciende una de esas pegueras para recordar de dónde venimos y que las generaciones presentes y futuras conozcan esos orígenes y el trabajo de otros tiempos.

Otra tradición muy arraigada es la construcción del nonumento, que se coloca en la iglesia parroquial entre el Miércoles y el Viernes Santo. Está compuesto por tres paredes de lienzos del tamaño del retablo mayor, colocados sobre una estructura de madera. Los lienzos, de tela azul, tienen ilustraciones sobre distintos símbolos y atributos de la Pasión de Cristo.

De igual modo, se conserva la procesión de la Minerva o la colocación del mayo por parte de los quintos, que consiste en poner un altísimo pino en una parte visible del pueblo la noche del 30 de abril al 1 de mayo.

Las denominadas fiestas grandes las celebramos en honor a San Roque en las que no faltan esa parte lúdica conjugada con la religiosa en la que se honra al santo bailando la jota.

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