Las consultas al 112 por urgencias médicas se multiplican por diez con el coronavirus en la región

Las consultas médicas en una comparativa de 2020 y 2019 desde el 27 de febrero al mismo día de marzo –el gran epicentro de esta pandemia– registran un incremento de la demanda sanitaria al 112 del 1.009% en Castilla y León, y lo abarca todo, lo de siempre y lo nuevo, con una balanza inclinadísima hacia las infecciones por coronavirus. En Valladolid, el incremento registrado en ese mes es del 716,14%.

Los datos de la Consejería de Fomento indican que bajan un 36,07% los incidentes sanitarios en lugar público (un 29,64% en Valladolid) y también descienden un 34,61% (un poco menos en Valladolid, el 31,57%) los atropellos registrados.

Los accidentes de tráfico de todo tipo caen el 30,30% y un 10,05% los avisos relacionados con problemas en vías de comunicación, otros peligros de circulación o por obstáculos calzada. El mundo de las emergencias hospitalarias es otro totalmente diferente.

Las zonas rurales reclaman más esta atención que las urbanas donde el acceso directo a un hospital resulta más fácil. Y lo que ha aumentado espectacularmente, y obviamente no es una sorpresa, también son los incidentes sanitarios en el domicilio en un 59,13% en la comunidad –32,99% es la cifra vallisoletana–; así como los que el 112 clasifica como de atención social que han crecido el 136,49% –más aún en Valladolid que supera el 181%–. Estas son llamadas de personas que no tienen recursos y están desabastecidas y ello, pese a las otras redes sociales tanto de la propia Junta y entidades locales como de las organizaciones no gubernamentales. Muchas personas están fuera de sistema en este sentido, no tienen historia social. Generalmente porque no lo han necesitado; pero el coronavirus ha traído unos grandes datos de paro, cierres de negocios e incertidumbres económicas, incluso de padres enfermos cuyos hijos están teniendo que ser acogidos institucionalmente –algo totalmente nuevo para estos pequeños– y el confinamiento ha traído para algunas personas la imposibilidad de abastecerse de comida. Pese a los servicios 'on line' de diversa índole, no es fácil hacer un pedido y menos con fecha de recepción temprana, no todo el mundo sabe –hay personas mayores poco habituadas a este sistema– y hay enfermos que deben guardar no solo la cuarentena social sino la médica y, por primera vez en su vida, se ven abocados a pedir este tipo de ayudas.

Y con tantos vigilantes guardando aislamiento en casa, se disparan las llamadas para denunciar incumplimientos del confinamiento, que aumentan, junto a alguna queja de ruido o molestias, el 44,72% en dicho periodo, un dato mucho más alto en Valladolid, del 88,23%, probablemente porque las zonas más dispersas y rurales difuminan los datos.

El 112 de Castilla y León gestiona en general, fuera de alarmas sanitarias, una media de 2.877 llamadas y 815 incidentes diarios. De esos avisos, el 65,1% requieren la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o de alguna Policía Local y el 5,5% de los servicios de extinción de incendios. En el caso de las Emergencias Sanitarias representan el 23%, que serían casi 700 avisos cada día. Cifra que ahora ha aumentado el 1.009%, de forma que las llamadas registradas estarían cerca de las 7.000 solo para avisos de consultas médicas.

Bajan los robos e incluso los incendios, sobre todo de viviendas; aunque la temporada de los fuegos aún no ha llegado.

El protocolo por coronavirus marcado desde Sacyl es que los casos más banales pero que precisan hospitalización o los derivados desde hospitales privados –algunos cuentan con sus propias ambulancias– y desde AtenciónPrimaria sean trasladados en ambulancias de soporte vital básico, en principio sin personal sanitario y con dos técnicos para el traslado e, incluso, la ACU de Urgencias. El ritmo de las salidas de las ambulancias, un servicio subcontratado con Ambuibérica –vehículos y técnicos– pero con personal sanitario de Sacyl, ha variado en el último largo mes conforme ha evolucionado la reorganización sanitaria. Las primeras llamadas al 112 disparaban un protocolo coronavirus –ni siquiera había sido bautizado como Covid-19– y una ambulancia salía al encuentro del caso con equipos de protección individual que aún conservaban de la época del ébola o algunos de la gripe A, esto ocurrió también en Primaria y en Especializada, y con ellos recogían para ingresar bajo la etiqueta de sospecha durante 15 días al presunto enfermo. Eran muy esporádicos, luego una prueba de PCRde laboratorio confirmaba o negaba. Ahora, las ambulancias medicalizadas recogen personas con síntomas y graves, compatibles con el coronavirus, y con más protección pero reciclándola.