La curva del virus se amortigua mientras se atisba una crisis «como el crack del 29»

Las peleas se han centrado principalmente en la exigencia de medios materiales, de recursos para luchar contra la pandemia, para proteger a los sanitarios. En definitiva, en lo que se corresponde con la gestión de la catástrofe humanitaria que supone contabilizar ya más de nueve mil muertos.

Pero la curva del desastre empieza a aplanarse.

Poco a poco, es cierto. Y con un número de contagios y de fallecidos que desde luego tiene un punto de irreal. Mientras el país entero –y el mundo, incluidos los que miran por encima del hombro al resto mientras tropiezan en la misma piedra– ofrecen datos confirmados que son insuficientes, porque no a todo el mundo se le practica la prueba para saber si ha fallecido o no por el Covid-19, Castilla y León amplía los parámetros. Donde los casos confirmados dicen 6.847, los casos sospechosos, que incluyen los seguros y los registrados por los médicos de Atención Primaria, suben a 28.913. Y esa curva sobreestimada resulta, en realidad, más fiable a la hora de medir el 'desinflado' de la pandemia, aún incipiente. Los contagios nuevos crecen, pero cada vez en un porcentaje menor.

Y eso, mediada la tercera semana de reclusión menor, significa que hay que empezar a poner la vista más allá. En la crisis que vendrá. Que ya vino, de hecho. Que será, dijo el vicepresidente de laJunta, Francisco Igea, en esRadio, «más parecida al crack del 29 que a cualquier otra cosa». Nada de 2008, ese año maldito. Nada de hipotecas 'subprime' y créditos por encima de nuestras posibilidades. Esta vez es un «parón mundial de la economía». Quienes apostaron por no parar, finalmente tuvieron que hacerlo.Y como la entrada en la pandemia ha sido progresiva, la salida también lo será.

¿Que Alemania y Holanda no quieren eurobonos? Veremos qué opina el virus de esto, ahora que Alemania ya registra 76.544 casos confirmados, 821 muertos contabilizados (con alguna trampa contable que solo sirve para la estadística, pero no para mitigar el miedo y sus consecuencias). Y al holandés Mark Rutte ya le dijeron los suyos que había sido poco empático con el sur de Europa. Quizá vieron que la epidemia también se cobra vidas allí: 1.173 en los Países Bajos, según De Telegraaf. El mismo diario que llevaba a su página de inicio la carta de una médico:«Estoy sorprendida de lo rápido que colapsa la gente. Esto no es una gripe», advertía. El mismo diario que apuntaba que quienes mueren sin hacerse la prueba, aunque sea por neumonía, «son invisibles en las estadísticas».

En España, y en Castilla y León, la curva de la enfermedad empieza a dejar paso a la curva de la crisis venidera. Que se encabrita. La Junta explicó que ya ha recibido, en quince días, 27.009 solicitudes de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que afectan a 151.401 trabajadores en la región. Y Carlos Fernández Carriedo anunció que le han pedido al Gobierno que abra más «ventanas» durante el mes para poder presentar la documentación de un ERTE y poder cobrar cuanto antes, y no tener que esperar al mes siguiente. «Había una única ventana y se cobraba el día 10 del mes correspondiente. Hemos pedido tres ventanas para tres plazos de presentación de documentos y que no haya que esperar un mes para su cobro», aclaró el consejero de Economía y Hacienda.

Respuesta macroeconómica desde el Gobierno: 17,2 millones de euros para que Castilla y León haga frente a los gastos derivados del coronavirus.

Contrarréplica de Verónica Casado, consejera de Sanidad. «Pedíamos que el reparto fuera por número de enfermos, no por porcentaje de población, y el reparto se ha hecho en un 80% por la población. Pedíamos que se tuviera en cuenta el número de personas afectadas. Porque si hacemos los cálculos, aquí por persona afectada nos corresponden 900 euros y algunas comunidades reciben más porque tienen más población».

Turno para el Gobierno. «El Ministerio de Trabajo distribuye 236 millones de euros para la contratación de trabajadores del campo en los ayuntamientos». Y poco más abajo, desgranados en una tabla, los 4,26 millones que se llevará Castilla y León, a razón de 1,43 para Ávila; 1,34 para Salamanca; 0,85 para Valladolid y 0,63 para Zamora.

Fernández Carriedo devuelve con un aplazamiento, el de los tributos regionales. «Lo que ha hecho la Junta es aplazar todos los impuestos autonómicos. No encontramos justificación para que el Gobierno no haya hecho lo mismo y que se inicie la campaña de la Renta hoy, 1 de abril, supone un perjuicio para muchos ciudadanos», dijo.

La Agencia Tributaria, para entonces, ya había dejado caer que las cifras de borradores confirmados y declaraciones presentadas, en las primeras horas, era de récord. No solo eso, sino que espera devolver cerca de 675 millones de euros a los contribuyentes de Castilla y León, quienes realizarán previsiblemente 1.261.117 declaraciones, según Europa Press.

Si el combate dialéctico hubiera sido en directo, micro contra micro, la Agencia Tributaria habría podido preguntar «por cierto, ¿qué vas a hacer con el impuesto de sucesiones?». Y Fernández Carriedo habría respondido como lo hizo. Que se suprimirá, sí, 'pero'. «Había finalizado el trámite de la Comisión parlamentaria y en el Pleno último, que no se pudo celebrar, era en el que se iba a eliminar.Nuestra idea es suprimirlo entre padres e hijos y entre cónyuges, aunque hay circunstancias añadidas en este 'tsunami presupuestario' que habrá que valorar y una vez que tengamos los datos finales del impacto económico de esta crisis estudiaremos el momento final más adecuado para cumplir nuestro compromiso».

Alfonso Fernández Mañueco, tras anunciar una partida de 1,2 millones para que Cruz Roja pueda sostener la ampliación del servicio de reparto de comida a domicilio, puso un tuit: «Somos ciudadanos del mundo, no importa la ciudad, país o continente. Estamos juntos en esto. Unidos luchando contra el coronavirus». Un espíritu que hará falta más adelante, seguro, para sortear el virus económico.