Cuéllar: villa de los encierros y encuentro de culturas

A por ellos, a por ellos, a por ellos que se van, unos están en la vega y otros en el quemadal'. Cualquier vecino de Cuéllar reconoce rápidamente esas breves estrofas de la jota más famosa de la localidad, todo un grito de guerra que supone el inicio de las fiestas, y una declaración de intenciones de cómo deben transcurrir los encierros, fiesta declarada de Interés Turístico Internacional.

Encierros hay muchos, pero desde el mismo punto de partida, los de Cuéllar son especiales si se atiende al hecho de que son los más antiguos de España, datados en el siglo XIII. Independientemente de esa circunstancia, el desarrollo de los encierros está perfectamente pautado en la memoria colectiva porque así ha pasado de generación en generación.

A las ocho de la mañana, los toros salen de los corrales acompañados de los jinetes que los conducen por tierras y pinares. La llegada al pueblo se hace a través del embudo y es a las 9:30 horas cuando los astados deben hacer su entrada. Antes de ese momento, las mujeres de la localidad, unas en frente de otras, bailan la Jota de la Rueda hasta que ven asomar al ganado.

Dentro de ese patrimonio inmaterial de la localidad está además, la devoción a la Virgen de El Henar cuya romería se celebra en el mes de septiembre y es motivo de encuentro de muchos fieles. Ese día de la fiesta, la Virgen sale de su ermita aunque en circunstancias normales, se la puede visitar todos los días después de la celebración de la eucaristía pasando por detrás de la sacristía. En este 2021, la Santa Sede ha concedido un Año Santo Henarense con motivo del IV Centenario de la concesión pontificia de la fiesta de Nuestra Señora la Virgen del Henar (9 de agosto de 1621). A esos 400 años de trayectoria se sumará en 2022, el 50 aniversario de la coronación canónica de la Virgen. La previsión es realizar diferentes actividades tanto religiosas como lúdicas o culturales.

El arte mudéjar es otra de las características más significativas de la villa y una excusa para que cada año, visitantes y locales, se trasladen a tiempos pasados en los que la villa fue residencia de las culturas: musulmana, cristiana y judía. Por eso, cada agosto, 'Cuéllar Mudéjar' es una cita con la artesanía, vida y costumbres del Medievo.

Otro evento, a priori deportivo, que se ha convertido en una especie de romería, es la carrera ciclista que se conoce como 'de la chuleta'. Con más de medio siglo de historia, a la cita se le ha sumado un día de convivencia en el que los vecinos bajan al pinar a hacer chuletas, para amenizar esa espera de los corredores.

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