El número de personas con necesidades atendidas por Cáritas Castilla y León hasta noviembre creció entre un cuatro y cinco por ciento y la previsión era que aumentara en los dos últimos del año con la llegada del frío. Un incremento de beneficiarios que se ... traduce en que el presupuesto del Programa de Asistencia y Acogida, que es la puerta de entrada a la entidad vinculada a la Iglesia, subirá entre un ocho y un nueve por ciento. Por su parte, Cruz Roja ha atendido en el primer semestre del año a menos personas que en 2021 (82.207 frente 83.222) pero el número de intervenciones ha aumentado un 2,1 por ciento, hasta las 463.019. No en vano, la situación de crisis por el aumento de los precios y el elevado coste del gas y electricidad genera más solicitudes y cada petición es una intervención.
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Otra de las ONGs que más trabaja con las familias con escasos recursos económicos o que atraviesan por dificultades es la Federación de Bancos de Alimentos, que también constata un aumento de los hogares de la Comunidad con problemas. Una realidad que choca con la caída de las donaciones de empresas y particulares.
Las tres organizaciones están pendientes de que concluya el año para cerrar sus ejercicios y contar con estadísticas más fiables pero las expectativas son que cada vez hay más familias con dificultades para llegar a final de mes. El presidente de Cáritas Autonómica de Castilla y León, Antonio Jesús Martín de Lera, aseguró que una tasa de inflación que ha rondado el diez por ciento durante varios meses del año, unido al precio de la energía y la precarización del empleo, ha supuesto un incremento de la demanda de ayudas, sobre todo a partir de agosto. Hasta entonces, reconoció, la situación era estable en comparación al año pasado. En todo caso, auguró que el número de personas atendidas superará las 122.000 registradas en 2021 aunque no se prevé que supere la cifra de 2020, que fue «especialmente duro» durante la pandemia del COVID.
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Martín de Lera explicó a la Agencia Ical que, antes, muchas familias acudían a Cáritas para solicitar una ayuda para el pago de los suministros o para hacer frente a un gasto imprevisto dos veces al año pero, ahora, es habitual que requieran una atención cada dos meses o, incluso, todos los meses. Al igual que ha ocurrido en las últimas crisis económicas, los técnicos de las once Cáritas distribuidas por toda la Comunidad y Cruz Roja se encuentran con personas que hace mucho tiempo que no acudían a las parroquias para demandar una ayuda o que no conocían. También está el perfil que ya estaba en estas entidades y que no ha podido salir de la exclusión.
Puso el ejemplo del padre de familia, con mujer y dos hijos a su cargo, que hasta ahora han vivido con un sueldo pequeño pero el alza generalizada de los precios impide salir adelante al hogar sin ayudas puntuales. Añadió la precarización del empleo con trabajos a media jornada u ocupaciones estacionales. «Una de las claves es la llegada del frío, cuando se disparen las facturas», significó. Es algo que ya han constatado por qué la gente se prepara para el invierno, ya que demanda mantas y ropa de abrigo, como una manera de ahorrar y no poner la calefacción.
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La coordinadora autonómica de Cruz Roja, Eva Fernández, coincidió en que la crisis afectará más a partir de los próximos meses, cuando se vean las consecuencias de la pandemia, los incendios que ha dejado zona «muy comprometidas», los efectos de la guerra de Ucrania y la situación económica que «castiga» a los hogares sin capacidad de ahorro. «Sin un colchón y en un momento en que lo básico, como los alimentos y los suministros, se encarece, la situación se complica», sentenció.
Para hacer frente a estas adversidades, Cruz Roja ha puesto en marcha el Plan Reacciona, similar al Responde que se creó con la pandemia. La previsión es atender, en una primera fase, a unos 4.000 hogares en Castilla y León puesto que las peticiones de ayuda irán en aumento. Y es que el número de respuestas por cada usuario ha aumentado ya que las personas llegan «más dañadas», lo que requiere una atención «más intensiva».
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Fernández recordó que el plan no se limita a la entrega de bienes y ayudas directas sino que va más allá al ser transversal. Ante la necesidad básica urgente, Cruz Roja ayudará a su cobertura inmediata con la entrega de bienes y ayudas económicas, pero además fomentará el conocimiento de medidas que reducen el nivel de necesidad -como, por ejemplo, orientando a las personas necesitadas en la tramitación de ayudas públicas que se están poniendo a disposición de los usuarios- y ampliará los recursos y capacidades de cada persona para mejorar su situación -formación, empleo y asistencia psicosocial. «Realizamos un acompañamiento y queremos capacitar a las personas para que tengan autonomía y puedan trabajar», señaló.
El presidente del Banco de Alimentos de Valladolid, Jesús Mediavilla, advirtió a Ical que los últimos meses del año 2022 ha estado marcado por el descenso entre un 70 y un 80 por ciento de las donaciones de productos por parte de las empresas y los particulares y el aumento del número de beneficiarios. En ambos casos, la inflación y la subida del precio de la energía están detrás de estas situaciones. De ahí su mensaje a la ciudadanía de que las personas más necesitadas son las que menos tienen, por lo que pidió que se mantenga la solidaridad de los últimos años para que mantengan o incrementen las donaciones de alimentos. En numerosas ocasiones, Mediavilla ha alertado que, de continuar este escenario, el panorama será complicado para 2023.
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Cáritas y Cruz Roja reciben peticiones de ayuda relacionadas con la vivienda, ya sea para el pago de suministros o bien para abonar el alquiler o la hipoteca, además de del gasto de productos de higiene infantil, sin olvidar los artículos farmacéuticos. «Lo habitual es que lo menos que se pida sean los alimentos por que lo primero es comer. La gente tiene lo justo para comer y es el principal desembolso que hace», expuso el presidente autonómico. Eva Fernández afirmó que las familias con escasos recursos tienen sus «estrategias» y presentan sus solicitudes en función de su necesidad.
En cuanto al perfil, sobresalen las mujeres que viven solas con niños a su cargo, que, por ejemplo, no reciben la pensión de su expareja pero también los jóvenes. También, demandan ayudas las personas mayores con pensiones mínimas que, pese a tener pocos gastos, atraviesan por dificultades con la subida de los precios.
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