Carbonero el Mayor: devoción transmitida de generación en generación

El nombre El Bustar sintetiza toda la historia de Carbonero el Mayor. La romería en honor a esta Virgen se celebra el sábado anterior al domingo de Pentecostés. Los comisarios son una figura principal en esa fiesta, la tradición manda que el 3 de mayo, día de la Cruz, usando una expresión propia del lugar «se eche a los comisarios» (los de primer año), acompañados por los mayordomos (elegidos el año anterior) y los priostes (elegidos dos años antes).

Todos ellos disponen de alojamiento en la hospedería de la ermita y tienen la tarea de ser los custodios de la Virgen y la ermita, así como los encargados de mantener y trasmitir la tradición. La parte más emocionante de la romería tiene lugar por la tarde, cuando al acabar el rosario, comienza la procesión.

Al compás de la dulzaina y el tamboril, los asistentes bailan formando dos hileras, y entre jotas, contradanzas, y castillos humanos, la imagen llega hasta la Fuente del Pozuelo. A la vuelta y colocada bajo el dintel de la puerta se canta el himno. Para finalizar se subastan el pendón y otros objetos regalados por los fieles, usando la famosa pregunta: «¿Hay algún devoto que mande más?»

Importantes son los oficios tradicionales que se siguen manteniendo como el de bordadores de punto segoviano, iniciado por Petra Sanz 'Tita'.

Muy conocido es el artesano Lorenzo Sancho que fabrica dulzainas artesanales. El folklore está muy presente con el grupo de danzas. Son típicas la 'Jota de la niña' o 'La Cruz'. El Ayuntamiento también cuenta con una Escuela de Música en la que se incluye la dulzaina. Uno de sus profesores es Miguel Mayo.

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