Borrar
Las diez noticias imprescindibles de Burgos este lunes 20 de enero
Instalaciones del hospital de campaña levantado en Segovia. Antonio de Torre
Coronavirus en Castilla y León: SOS de Ávila y Segovia mientras Sanidad espera que las altas alivien la situación en los hospitales

SOS de Soria y Segovia mientras Sanidad espera que las altas alivien la situación en los hospitales

La tasa de mortalidad por cada mil habitantes por Covid-19 en el sur de Castilla y León se acerca a la de Madrid

Antonio G. Encinas

Valladolid

Martes, 31 de marzo 2020

En el hospital de campaña de Segovia hay una carpa y muchas camas. Falta, sin embargo, todo lo demás. Sanitarios, material. Y por ende, pacientes. Los mismos pacientes que abarrotan el Hospital General de Segovia. En definitiva, carece de todo lo que convierte un ... campamento de verano en un hospital dentro de una carpa. En la Feria de Valladolid, a 118 kilómetros -104 de autovía- hay camas dentro de casetas, botellas de oxígeno, un depósito de 28.000 litros y tres sanitarios por cada 25 enfermos.

En las estadísticas, que lo aguantan todo, como los presupuestos generales del Estado, hay 502 camas en Unidades de Cuidados Intensivos 'de Pandemia'. Esto es, que se han habilitado en Castilla y León 336 más de las que hay habitualmente, ocupando para ello las salas de Reanimación y cualquier otra que reúna las condiciones mínimas necesarias. Dicen los números que 393 están ocupadas. Y dicen, también, que en Segovia aún tienen dos libres y en Soria, tras la última ampliación, cinco. Sin embargo, el domingo un paciente de Soria tuvo que ser trasladado al Hospital de Burgos.

En los datos diarios que ofrece la consejera de Sanidad, Verónica Casado, empieza a atisbarse una luz tenue entre tanta negrura. Las altas crecen y los ingresos hospitalarios menguan. «El balance de ingresos-altas es de 39 personas», decía. Y con dos ejemplos significativos: «Tenemos un saldo de -20 en Segovia y de -1 en Soria».

No eran ejemplos al azar.

En los despachos de Alcaldía de Soria y Segovia, ambos a cargo de los socialistas Carlos Martínez y Clara Luquero, todos esos números dicen poco. Ambos regidores lanzaron ayer un mensaje de SOS a la desesperada. Y se agarraron a números, también. Pero sobre todo se aferraron a esa imagen de dos hospitales pequeños que están dimensionados para el rutinario día a día, pero que han quedado empequeñecidos por el avance implacable del coronavirus.

«Según el sistema Medora, la tasa de enfermos -y sospechosos de serlo- en Castilla y León es de un 1,2% de la población», decía Verónica Casado.

Solo que la media no se cumple en Segovia, donde se registra un 2%. Y en Soria anda por el 1,4%. Y eso, en una provincia con un 25% de sus ciudadanos por encima de los 65 años, es un porcentaje brutal, porque si se le añade que esta enfermedad hace estragos en este tramo de edad, el drama está completo.

«La provincia de Soria registró en el mes de marzo 246 fallecidos por los 82 muertos en marzo de 2019, según datos del Registro, que son los reales, los que nos dan el alcance del problema. Las camas UCI están al cien por cien en Soria, y se están trasladando los pacientes a Valladolid y Burgos», lanzó Carlos Martínez.

«Hemos visto cómo el Hospital General ha ganado espacios para poner camas en el salón de actos y en la cafetería, ha hecho todo lo posible también ampliando las UCI», clamaba Clara Luquero mientras observaba la nada bajo el presunto hospital de campaña sin servicio.

¿Y cómo es que esa carpa se ha montado sin lo que la convierte, de hecho, en un centro sanitario? La Junta, que reclamó por dos veces al Gobierno esa instalación, y que la tuvo adjudicada y luego denegada antes de volver a tenerla adjudicada, se inhibe. «Cuando pedimos un hospital de campaña lo pedimos con profesionales, materiales y dotación. Lo que hemos recibido no es suficiente», dejó claro Verónica Casado. Así que han decidido trabajar de manera «intrahospitalaria». Lo que en términos pragmáticos significa explotar cada rincón del hospital de Segovia hasta que no quede más remedio que derivar enfermos a Valladolid. Y cuando Valladolid se sature, si es que pasa, ya debería estar listo el hoy vacío hospital de campaña segoviano.

Porque en realidad Verónica Casado espera que eso no vaya a suceder. Se aferra a las cifras, a ese balance ingresos-altas que empieza a jugar a favor de las altas y, por tanto, a equilibrar la situación en algunos de los centros hospitalarios más desbordados.

«La solución debe ser intrahospitalaria. Todo lo que podamos hacer dentro del hospital, mejor. Hay algo importante, el equilibrio entre casos confirmados y altas permite estabilizar el hospital de Segovia. Tenemos recursos en Valladolid, UCI ampliadas y Feria de Valladolid. Si hay que descargar el Hospital de Segovia, se hará», aseveró la consejera. Y de nuevo envió un mensaje rumbo al Gobierno: «Los hospitales de campaña funcionan cuando están absolutamente dotados, con recursos materiales, físicos y humanos. Si no lo tenemos, preferimos trabajar dentro del hospital». Aunque esté a tope.

Para el regidor de Soria guardaba un mensaje similar. «Entiendo al alcalde porque comparte la preocupación que tenemos por su población, pero hay que mantener la calma. Han pedido que haya más recursos, pero si se monta el hospital de campaña debe ser dotado con materiales, personal y que se gestione solo. La incidencia que ahora tiene Soria está solo un poco por encima de la media, un 1,3% de fallecimientos. Hemos habilitado cuatro puestos más de UCI, tiene ya 25. Entre la coordinación en red y esta apertura de plazas y dos respiradores que dimos ayer para Segovia y Soria... Tranquilidad».

Lo que ocurre es que en esas provincias manejan otros datos. Echan un vistazo a la población, comprueban los casos confirmados, los sospechosos y los fallecidos y observan que la incidencia del Covid-19 está muy por encima de lo que sus sistemas de salud pueden soportar.

El eje Salamanca, Segovia, Ávila, Soria, toda la barrera sur de la comunidad, presenta unas cifras que empequeñecen al resto, incluso a Burgos, en términos relativos. En número de casos confirmados por cada mil habitantes, Soria contabiliza 6,26 y Segovia, 4,70. La siguiente es Salamanca, con 3,59. La media del resto de las provincias es de 2,07.

Pero algo similar ocurre con los fallecimientos, incluso aunque se recurra a esas cifras oficiales de las que desconfía el alcalde de Soria. Tanto la provincia soriana como Segovia presentan una tasa de 0,50 fallecidos por Covid-19 por cada 1.000 habitantes. La media del resto de las provincias está en 0,21, menos de la mitad, y eso que se incluyen los 0,37 de Salamanca y los 0,34 de Ávila, que de nuevo completan ese cinturón rojo del coronavirus en Castilla y León.

En Madrid, el gran foco del coronavirus, esa tasa de mortalidad relacionada con el Covid-19 por cada mil habitantes se sitúa en 0,54.

El presidente de la Junta hizo referencia expresa a la situación de estas provincias en una entrevista en la Cope. «Estamos nosotros más para que nos ayuden otras comunidades, y nos gustaría que alguien también nos pudiera echar una mano», afirmó Alfonso Fernández Mañueco, según informa Ical. «Tenemos las urgencias al límite en la mitad de la Comunidad», añadió.

Y no es una excusa para no ayudar a otros. «1.926 profesionales sanitarios están aislados, 1.097 son positivos», había dicho Casado. «Tenemos dificultades para encontrar auxiliares de enfermería y enfermeros». Y miraba de reojo a las altas que son, hoy por hoy, las únicas cifras que parecen dispuestas a ayudar.

Kamikazes de la salud

«Doce mil trabajadores sanitarios han dado positivo y otros muchos tienen síntomas». Es uno de los primeros subtítulos que muestra el New York Times en un vídeo sobre la carencia de elementos de protección en los médicos, enfermeros y demás personal de los hospitales españoles. El título de la historia es rotundo: «Kamikazes del sistema sanitario: Cómo los trabajadores españoles están luchando, desprotegidos, contra el coronavirus».

A lo largo de cinco minutos se recogen testimonios de sanitarios que se han fabricado batas con bolsas de basura, o han utilizado pantallas protectores realizadas con impresoras 3D por voluntarios.También se cuentan los casos de contagios perosnales, se muestran pasillos repletos de camas. «Nuestros trabajadores están cayendo, a un ritmo brutal». Y un nuevo subtítulo lo subraya: «el 14% de los contagiados son profesionales». Claro que eso es la media. En Castilla y León alcanza el 17,66%, según los datos ofrecidos ayer. La imagen de la Sanidad española sufre un varapalo internacional, aunque EE.UU. también padece la carencia de material protector. La muerte de un enfermero del Hospital Monte Sinaí provocó las quejas de sus compañeros por no contar con suficientes medidas de prevención.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

burgosconecta SOS de Soria y Segovia mientras Sanidad espera que las altas alivien la situación en los hospitales